La saeta y la saeta menciana 1l203f

Depregones y trompetas, un espacio semanal sobre los orígenes de la Semana Santa de Doña Mencía con Antonio Cantero en Onda Mencía Radio.

Nueva edición de Depregones y trompetas, saludamos al cronista de Doña Mencía, Antonio Cantero, muy buena. Hola, un saludo a todos los oyentes de Onda Mencía Radio, el programa de hoy será sobre la saeta en general y la saeta menciana en particular por su canto, uno de los símbolos de la Semana Santa, muy relacionado con Andalucía, que está muy presente durante las estaciones de penitencia. Llega la Semana Santa, dentro de unos días suenan tambores y tembales, se oye el toque de las trompetas, los tururú anunciando los pregones, pero falta algo que nos distinguía y no hace único como ocurre con nuestros pregones, me estoy refiriendo a la saeta menciana.

Vamos a conocer, Antonio, cómo va a ser la exposición, tu intervención de hoy, sobre todo en qué fuentes te has basado para hablarnos de la saeta menciana y de la saeta en general. Bueno, pues mi exposición se va a articular en dos partes, primero voy a hablar de la saeta en general, para después centrarme en la menciana, las fuentes, pues una vez más ha sido fundamental el trabajo que realizó nuestro querido Pepe Jiménez, en concreto dos trabajos, un artículo publicado en El Bermejino en marzo de 1994, donde le hice una entrevista a Rafael Luque Carrasco, que aportó importantes datos sobre cómo y quiénes la cantaban en nuestro pueblo.

En segundo lugar, un programa de cosas y casos de mi pueblo, en Onda Mencía Radio, sobre la misma cuestión. Y una vez que sabemos entonces cómo va a ser lo que vamos a escuchar a partir de ahora, ¿qué nos podrías decir para meternos en el tema de la saeta en general y de su origen? Bueno, pues sobre su origen es algo que no está muy claro del todo, aunque se sabe que los franciscanos entonaban durante las misiones unas coplas que el pueblo conocía como jaculatoria, saetas penetrantes y del pecado mortal, las cuales basaban en su mayoría de los casos sobre los arrepentimientos que debemos de hacer cuando pecamos para conseguir una buena confesión.

A mediados del siglo XVIII, en concreto en 1741, en la bibliografía que publicó Fray Luis de Oviedo, aparece una reseña sobre las saetas que tenían lugar en las misiones, estas que estamos descubriendo, que tenían por objeto la evangelización del pueblo. Son tres las teorías que explican los orígenes musicales de las saetas. En primer lugar, la primera indica que tendría una raya árabe, era defendida por Gil de Benumella, quien había oído en Túnez a un almohadano de Nazarés cantar por la noche en el ramadán cantos similares a los que había escuchado durante la Semana Santa.

La segunda, derivada de los cantos de la sinagoga judía, que esta teoría fue promovida por el escritor y poeta malagueño José Carlos de Luna, al indicar que la saeta nace de las salmodias recitadas en los duelos sefardíes, que no son sino cantos fúnebres que perduraron en tierra andaluces, que luego se transformaron en lo que hoy conocemos por saeta. Y luego, por último, la teoría de Fray Diego de Valencia, que defendió que su origen entronca de forma directa con los antiguos cantos cristianos, lo que hemos dicho antes, que realizaban los franciscanos en sus procesiones.

Añadía que estos cantos se caracterizaban por tres aspectos, que hoy se siguen disfrutando con la saeta, que se realizan con entera libertad, gusto y facultades de quien lo hacía. Que la melodía de la saeta se debía a Fray Diego de Cádiz. Y por último, que como canto de origen popular, la saeta no puede tener otro origen que el propio pueblo. Este tipo es, digamos, el parecido al de nuestros pregones. El paso del siglo XIX al XX supuso un importante cambio, pues la saeta ya no era la misma.