UN PARAGUAS PARA EL CAMINO - Alma y Crecimiento Historia detrás 2q504i

Muy buenas, aquí Marta Montero retransmitiendo por el camino en este paraguas que abrimos hoy y bueno es que estoy súper emocionada la verdad y muy muy feliz de compartir hoy este paraguas con Javier Millán, que yo no encuentro un título para ponerle a esta charla pero es como yo podría, no sé, seres que inspiran por el coraje y la valentía, entonces estamos a punto de iniciar el congreso que has creado, que ha creado Javier, Alma Crecimiento Espiritual, un congreso que surge desde el corazón y a mí me gustaría Javier, sin mucha presentación, que contases un poco cómo de repente un hombre como tú dice voy a liarla, voy a organizar un congreso de espiritualidad así, de la nada, o cómo surge esto.

Pues Marta, antes de nada agradecerte a ti y a todas las personas de tu equipo que han creado esto y también que hayáis pensado en mí como una persona, como tú decías, que puede contar algo inspirador, estoy muy agradecido por poder compartir contigo y con todos tus oyentes este momento y muchas veces cuando vemos a una persona hacer algo, muchas veces podemos caer en el error de pensar en una fotografía fija, pero la realidad es que a lo largo de la vida vamos evolucionando muchísimo.

Yo hace diez años, si me hubieran dicho, o hace cinco, si me hubieran dicho que iba a hacer un congreso sobre espiritualidad, habría pensado que no tiene ningún sentido, que yo no habría hecho eso, yo vengo de familia religiosa, por ejemplo, pero tampoco tenía una gran vocación, o sea, no había algo que indicara que pudiera llegar a este momento.

Sin embargo, a través de la lectura de libros y a través de la búsqueda de propósito que yo sentía cierto vacío en el mundo corporativo de las empresas y no había mucho sentido, de hecho, trabajé en una multinacional muy grande y lo terminé dejando porque no veía yo el sentido de, oye, si algún día tengo nietas les voy a decir que he dedicado mi vida a convencer a la gente que compre un detergente y no otro, o una cuchilla de afeitar y no otra. Está muy bien, no lo estoy criticando, pero mi manera de pensar iba por otro lado.

Entonces, pues, eso me llevó a una búsqueda de respuestas y a través de libros empecé a recibir mensajes que me llevaban a empezar a interesarme por el mundo de la espiritualidad. Empecé a leer, por ejemplo, el libro de Elizabeth Cooler Ross, La Rueda de la Vida, que fue un disparador para mí y que dio respuesta a algunas experiencias que yo había tenido que no tenían explicación desde un punto de vista lógico o sensorial, por así decirlo, y me di cuenta de que había algo más allá de lo que yo había sentido.

Entonces, buscando, buscando, empecé a seguir a gente, a ir a sitios y al final dije, oye, ¿por qué no hago yo algo que a mí me llama muchísimo la atención? Es como un espacio en donde la gente encuentre algunas respuestas, algunas preguntas que tenemos y que normalmente no se responden. Y como el camino hasta donde yo intuyo o he podido aprender, el camino espiritual es enorme, hay muchas maneras de entrar. Yo he conocido constelaciones familiares, la mediunidad, cosas relacionadas con la Kundalini, muchas cosas.

Entonces, me di cuenta de que al final, dependiendo de con quién hablara, le interesaba una cosa u otra y dije, bueno, pues en esta primera fase, ¿por qué no hago algo en donde a uno, a un grupo de personas que tienen ciertos talentos o conocimientos y mostrar qué es lo que ellos saben hasta ahora y que cada uno elija qué camino quiere coger para su crecimiento? Y ahí es cuando dije, pues para adelante, con todos mis miedos, mis dudas y confiando, aceptando lo que viene y confiando en que esto lleve a algo que sirva a la gente.

Básicamente, respondiendo muy rápido, eso sería el cómo estoy hoy impulsando este congreso. Qué maravilla y tenías la manta a la cabeza y decides crear este espacio. Yo recuerdo el día que me llamaste, o sea, la conversación aquella que tuvimos donde tú me intentabas explicar esto mismo, que esto había surgido como un llamado al propósito, una alineación con un propósito interior, con ofrecer algo coherente y a mí se me abrió el corazón de verdad. O sea, es como si a todo, pero por la