UN PARAGUAS PARA EL CAMINO - Cuando la espiritualidad se vuelve exigencia 4e1j4e

Muy buenas, aquí Marta Montero retransmitiendo para Acércate Radio en este programa un paraguas para el camino donde habitualmente charlo con amigos con compañeros de camino buscando inspirar, dar ideas, herramientas de cómo transitar este camino de la vida que a veces se pone pues más complicado otras veces más ligero, bueno ahí vamos y hoy me he quedado yo sola conmigo misma en una reflexión que quiero compartir contigo y que hace ya un tiempo que me ronda y me ronda y me ronda después de muchos años acompañando a otras personas por su camino de autodescubrimiento y también de algo que a mí misma me ha tocado vivir y es esa autoexigencia espiritual, esa sensación de que siempre hay algo más por resolver, algo más por mirar, algo más por trascender y a veces parece que si no lo hacemos sentimos que no estamos haciendo bien el camino y esta sensación empieza como de una forma suave como casi todas las trampas del alma hacemos un curso más un taller más una técnica que promete ir aún más hondo y sin darnos cuenta lo que comenzó como un acto de amor hacia nosotros mismos, hacia nosotras mismas se convierte en una exigencia y cada vez con un nuevo disfraz espiritual.

Hoy quiero abrir este temazo contigo, hoy que hay tantas herramientas gracias a Dios, tantas técnicas, tantas formas de mirarnos, de aprendernos, de trascendernos, de despertarnos, tantas voces sabias y tanto ruido también así que vamos a respirarlo juntos, hay veces que me pongo demasiado intensa y creo que hoy es uno de esos días donde estoy intensa pero no quería dejar de compartir también desde el estado donde se encuentra una cada día así que vamos a mirarlo vamos a compartir o voy a compartir lo que he ido aprendiendo lo que aún sigo transitando y también lo que muchas personas me traen a consulta últimamente cada vez más y es ese cansancio del alma que viene de querer mejorarlo todo todo el tiempo y de que parece que todavía necesitamos más y que no lo estamos haciendo bien y todas esas absurdeces porque tal vez no todo tenga que cambiarse para poder estar en paz quizás sólo necesitamos un poquito más de permiso y un poquito menos de perfección menos prisa menos culpa y más de eso que no se enseña en ningún curso pero que lo cambia todo la amabilidad interna el tiempo y la amabilidad interna y con esta palabra tan grande amabilidad no hablo de ser blanda ni de hacerse trampas hablo de una fuerza suave que sostiene que acompaña y que no nos abandona es esa parte de de ti que te espera cuando tú mismo tú misma te has soltado de la mano