Red de mujeres indígenas científicas 1y5e6l

Hola, ¿qué tal? Soy Iván Carrillo. Es para mí un gusto darles la bienvenida a esta nueva emisión de En Común Radio. En el programa de hoy nos acercamos a la fuerza transformadora de la educación y la ciencia en las comunidades indígenas a través de este reportaje de María Ruiz, quien nos llevará a conocer la historia de la Red Indígena de Mujeres Científicas, un grupo de más de 50 mujeres de origen náhuatl, tenec y ch'u, que han desafiado las barreras para acceder a la educación superior y contribuir al desarrollo de sus comunidades.

Viajaremos a la Huasteca Potosina, donde nació esta iniciativa gracias a la visión de Laura Ramírez, una estudiante de doctorado que, junto con su director de tesis Fernando Díaz Barriga, se propuso crear un programa de mentorías para mujeres indígenas que buscan ingresar a su maestría. Este es un reportaje especial de En Común Radio.

Comenzamos.

En Común. Conocimiento en voz viva.

En San Luis Potosí, un programa gubernamental destinado a mujeres indígenas plantó la semilla de un proyecto que busca generar ciencia local, ciencia más allá de los libros, las tesis y las aulas universitarias. Una ciencia viva que, en lugar de extraer, sirva a las comunidades. Se trata del proyecto de la Red Indígena de Mujeres Científicas, un grupo de origen náhuatl, ténec y chú, en el que participan más de 50 mujeres originarias de distintas comunidades rurales de la Huasteca Potosina. Esta es su historia.

En 2013, Laura Ramírez, estudiante del doctorado de Ciencias Ambientales en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, aceptó la invitación de su director de tesis, Fernando Díaz Barriga, a un proyecto que consistía en crear y dar mentorías a mujeres indígenas que buscan ingresar a una maestría. Este proyecto era parte del Programa de Incorporación de Mujeres Indígenas para el Fortalecimiento Regional en el Estado de San Luis, el cual se desarrolló de una convocatoria a nivel federal, auspiciada por el CONACYT.

Lo hicimos en conjunto con el COPOSIT, que es el Consejo Potosino de Ciencia y Tecnología, el grupo de Ciencias Ambientales con el COPOSIT, armamos, diseñamos la propuesta, metimos la propuesta en la convocatoria y afortunadamente fuimos uno de los estados que salió afortunado para llevar a cabo el proyecto. Este tipo de proyectos se llevaban a cabo ya desde hace algunos años, como desde el 2013 más o menos, como una iniciativa, como una política pública, como de apoyo a las mujeres indígenas para que continuaran sus estudios.

Ese año fue el primer año que concursó San Luis Potosí. Ya ese proyecto se llevaba a cabo en Chiapas, en Oaxaca, en Guerrero, en Yucatán, en Quintana Roo.

En ese entonces, Laura estaba realizando su tesis en la comunidad de Tocoy, en el municipio de San Antonio, ubicado dentro de la región Ténec de la Huasteca Potosina. Laura realizaba sus investigaciones junto a otros colegas en un centro conocido como La Casita, un punto de encuentro de estudiantes, investigadores y pobladores de la región. Ahí conoció a algunas mujeres que contaban con licenciatura y esto le permitió invitarlas a la primera generación de la red. En esta primera generación, participaron seis chicas de origen ténec.

Como parte de la beca, se fueron a Toronto a estudiar inglés y al regresar, hicieron los exámenes de isión. Las seis lograron entrar a la maestría.

El siguiente año, tres becarias aprobaron los exámenes de isión y así sucesivamente hasta llegar a las 50 mujeres que conforman la RIMSI, mujeres que lograron continuar sus estudios después de la licenciatura, un nivel educativo inusual entre la población indígena. En México, menos del 4% de las mujeres indígenas hace un posgrado, cuenta Laura. Y es que el a la educación sigue limitado en varias comunidades rurales del país, aún más si eres mujer.

El machismo, la desigualdad y la discriminación ocasionan que la mayoría de las mujeres indígenas dejen de estudiar después de la educación básica. Según datos del Coneval, solo el 16.5% de entre los 18 y los 22 años van a la escuela. Para Laura, el programa de preparación para la maestría necesitaba algo más que trámites istrativos y horas de estudio.