
¿Quién decidió quién eres? 🤔 David Corbera 6z6s71
Descripción de ¿Quién decidió quién eres? 🤔 David Corbera 515q6z
¿Remar a contracorriente es la única forma de ser auténtico? A veces sentimos que debemos desafiarlo todo para encontrarnos, pero la autenticidad no tiene un único camino. No somos solo un rol ni una sola identidad. Por eso, lo importante es usar nuestra propia brújula para navegar entre los distintos contextos sin perdernos en ellos. ¿Lo que haces refleja quién eres realmente? 2m5952
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
El único problema de los roles y de las personalidades es que las compramos a todo o nada.
No hay nada de malo en la persona que sois, lo que pasa que no solamente sois eso, ese es el único problema, creer que yo soy eso y nada más.
No hay un camino para ser auténtico, hay muchos caminos, hay el camino de confrontar a la familia, de nadar al contracorriente para llegar a encontrarte.
Si esa acción que haces no te resta, sino que expande tu identidad, entonces es auténtico.
No hay que perseguir los sueños, hay que perseguir los miedos.
Cuanto más miedo da, más sabes que puede transformarte y más deseo hay de transformación.
Lo que nos proporciona felicidad, equilibrio emocional y bienestar psicológico es la flexibilidad psicológica, nuestra capacidad de adaptación.
Al final tampoco se trata de mandar a tomar por culo a la familia, pero sí tener una relación la que tú quieres tener con respecto a ellos, ¿entendéis? Al poder encontrarte, uno se compromete más con una misión de vida que es que la gente pueda efectivamente recuperar esa autenticidad porque sabes el daño que hace y porque sabes el bien que te puede proporcionar sencillamente vivir así.
Nos complicamos la vida, pero la vida es mucho más sencilla, tenemos mucho miedo de dejar de ser esa persona que nuestros padres querían que fuéramos, que nuestro sistema familiar quería que fuéramos y remamos en contra de todo eso, ¿entendéis? Todo eso, todo eso nos persigue como los demonios en la noche, nos persigue siempre, pero llega un punto en el que puedes volver a ocupar el traje que tus padres habían cosido para ti porque en tu armario tienes varios trajes, ¿entendéis? Y me lo puedo poner de vez en cuando porque ese traje que ellos diseñaron para mí no es la única prenda que tengo para vestir, ahora puedo elegir y entonces ese traje no me molesta, ¿entendéis por dónde voy, no? El único problema de los roles y de las personalidades es que las compramos a todo o nada, es que es el único problema, no hay nada de malo en la persona que sois, lo que pasa que no solamente sois eso, ese es el único problema, creer que yo soy eso y nada más.
Y cuando uno se ha probado varios trajes, cuando uno ha sido capaz de encarnar varias personalidades y el viaje que eso implica y los miedos que uno tiene que atravesar y los procesos que uno tiene que recorrer, entonces es cuando puede echar la vista atrás, ver a su familia y ponerse ese traje y que ese traje no le moleste, ¿entendéis? Porque todo tiene su valor intrínsecamente, todo, el camino de la autenticidad, o sea no hay un camino para ser auténtico, hay muchos caminos, hay el camino de confrontar a la familia, de ganar tu propio espacio, de nadar al contracorriente para llegar a encontrarte, que no sabes ni tan siquiera cómo piensas, no sabes cuál es tu criterio, no sabes cuál es tu sistema de creencias, lo has comprado de otra persona, alguien está pensando a través de ti, ¿entendéis? Y tenemos que hacer ese proceso de distanciamiento, pero no es el único camino hacia la autenticidad, hay otros caminos también.
O la gente que se entrega, que está en esa posición de sacrificio del que hablábamos. ¿Un sacrificio puede ser auténtico? Puede serlo, claro que sí. ¿O cuántas personas están, dan espacio a los demás, se alegran por el éxito de los demás, sostienen cargas, problemas por el bienestar de los demás y lo hacen de manera genuina, sin aires manipulativos, sin querer sentirse superiores, sin jugar al juego de la víctima? Sencillamente lo hacen porque les sale a hacer y eso no resta nada de sus armas.
Sencillamente lo hacen porque quieren hacerlo y porque no piensan tanto en su bienestar, sino porque sienten que es lo mejor para ellos y para el resto. Y aquí podemos meter a tantísimas madres que llevan a cabo tres trabajos para que su hijo vaya a la escuela, que es algo que ellos no han podido hacer. O el típico padre que recorre las autovías a altas horas de la noche para darle un techo a su familia.
¿Alguien puede decir que ese sacrificio no es auténtico?
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