Arquetipos y equilibrio emocional: Sesión en Bioneuroemoción | David Corbera 6w1z6h

En el proceso de encontrar un equilibrio, al principio estás desequilibrado.

Es como, vale, ahora o gano yo o ganas tú.

O yo me dejo dominar o me dominas tú.

Preguntas acerca de cuál es el arquetipo dominante en mí o cuál es el arquetipo dominante en otras personas de mi alrededor, ¿vale? A mí me pasa que con una persona se me activa, por ejemplo, una parte del sabio, como aplastarlo con el conocimiento.

Sí, ¿quieres tú aplastarlo o quiere él? O sea, no yo.

Vale, está bien.

Y con otra persona me siento el estúpido, el mofado, o sea, la estúpida, la mofada, ¿no? Y siento que la otra persona me ve así y me muero de vergüenza.

Entonces, ¿cuál es el que necesito integrar? Entonces tú sospechas que hay algo que está tratando de decirte.

A veces solo pienso que quiere parecer muy interesante.

Si lo leemos en clave emocional, lo que quiere es acercarte a ti.

¿Ves esta ternura que estamos despertando? Esto es interesante.

Haremos un pequeño viaje al pasado para ver qué ha podido acontecer para que tú te estructures así.

En el proceso de encontrar un equilibrio, al principio estás desequilibrado.

O sea, no se puede encontrar de buenas a primeras, es un proceso.

Entonces, en los primeros pasos, la integración de arquetipos toma un proceso más rudimentario y más primitivo.

Es como, vale, ahora o gano yo o ganas tú.

O yo me dejo dominar o me dominas tú.

Y poco a poco eso se va convirtiendo en una interdependencia y en una interrelación mucho más simbiótica.

Pero hasta entonces, bueno, quizá tiene que pasar un tiempo.

¿Ves? Y eso puede pasar cuando dices, mira, creo que he ganado fortaleza de ego suficiente.

Voy a acercarme de nuevo a mis seres queridos.

Y a ver qué pasa.

Y resulta que te abruma.

O sea, que notas nuevamente la presión de que no sabes cómo gestionarlo.

No pasa nada. Vuelve a tomar distancia.

Vuelve a aplicar esos valores, no por putear, sino por amor propio.

¿Sí? Lo hago por mí, no para putearte.

El que se queda en ese espacio es como, ahora te voy a devolver todo lo que me hiciste.

¿Entendéis? A la larga hay ese peligro.

Dicho todo esto, ahora os toca a vosotros, ¿vale? Hago este breve corte para comunicarte que desde Enric Corbera Institute enseñamos un método que ha revolucionado el mundo de la salud emocional.

La pinoromoción acompaña a las personas a desarrollar la autoconciencia y a liberarse de los patrones inconscientes que limitan su libertad emocional y afectan su salud.

Si quieres aprender este método y aplicarlo a nivel personal o profesional, te dejamos el link en la descripción.

Muchas gracias.

Preguntas acerca de cuál es el arquetipo dominante en mí o cuál es el arquetipo dominante en otras personas de mi alrededor, ¿vale? Podéis pensar un ángulo u otro.

Lo que queráis.

¿Alguien? ¿Quieres romper el hielo? Venga.

¿Cómo te llamas, cariño? Soy Isabel.

Isabel.

Bienvenida, Isabel.

Muchísimas gracias.

Dime.

Dijiste que hace falta integrar el arquetipo que vemos en los otros, pero a mí me pasa que con una persona se me activa, por ejemplo, una parte del sabio, que es que quiero, algo así dijiste, como aplastarlo con el conocimiento.

¿Quieres tú aplastarlo o quiere él? No, yo.

Vale.

Y con otra persona me siento el estúpido, el mofado, me siento que la otra persona me ve así y me muero de vergüenza.

Entonces, ¿cuál es el que necesito integrar? No, o sea, lo que necesitas es otro arquetipo.

No es nada del sabio.

¿Entiendes? Pero fíjate, tú te has dado cuenta de que a veces aprovechas parte de lo que tú sabes para tener ciertos aires de superioridad con la gente.

¿Te has dado cuenta de eso? Vale, está bien.

¿Con quién pasa esto? ¿Con quién? Mi familia y mi marido.

O sea, mi familia, mi marido, en casa.

Elija.

Mi marido.

Vale, no está por aquí, ¿no? No, no lo traje hoy.

Tú te quedas.

El marido. Yo soy la víctima, sí.

Madre lista, mi mujer.

Bien.

Entonces, vamos a una escena con tu marido.

Vamos a hacerlo así porque quiero que practiquemos la descripción en tanto los términos que hemos explicado, ¿vale? Vamos a escribir una escena con tu marido donde sucede ese conflicto, la que tú elijas.

Ponme un poquito tu contexto vital antes.

¿Estás casada, entiendo? Estoy casada, sí, hace seis años.

¿Qué edad tienes ahora? Treinta y siete.

Treinta y siete, por lo tanto, desde tus treinta y uno.

¿Hijos? No.

Vale.

¿Veis? Yo os voy diciendo cosas que siento, ¿vale? El no, ¿vale? No ha sido un no, ha sido un no.