Episodio 4. ¿Existe formas de garantizar que un alimento es agroecológico? vv13

Hacia la soberanía alimentaria y la agroecología.

Lo más importante dentro de la ESPG y en lo que se hace foco es en el componente social y en la red de confianza que se genera.

Un espacio sonoro de diálogo multiactoral.

La posibilidad de hacer visible todo lo que implica la producción y la comercialización en agroecología.

Al consumir un alimento agroecológico, estamos consumiendo todo eso.

Bienvenidos y bienvenidas.

En este podcast, en ocho episodios, conversaremos con profesionales, académicos y productores de Argentina.

Nuestro objetivo es la conformación de un ESPG provincial.

Las y los invitamos a conocer más sobre la soberanía alimentaria y la agroecología.

En este cuarto episodio, indagamos acerca del Sistema Participativo de Garantía Agroecológica o SPG.

En qué consiste, cuál es su alcance y sus potencialidades a nivel nacional.

Y en Tierra del Fuego, incluyendo experiencias exitosas en la región.

Dialogan en este espacio sonoro, Carolina Díaz, del Cambio Rural Inta-Tierra del Fuego.

Graciela Francavila, ingeniera agrónoma, docente de la Universidad Nacional de Córdoba.

Y Sofía Romero, ingeniera agrónoma y magíster en Paisajismo Agroecológico de Córdoba.

Conversamos sobre qué son quienes participan y cuáles son los principios de los SPG.

Graciela Francavila, de Córdoba, nos explica.

Los sistemas participativos de garantía son mecanismos para evaluar el cumplimiento de las normas de producción y comercialización en agroecología.

Se caracterizan por la participación activa de diversos actores.

Como, por ejemplo, agricultores y agricultoras, instituciones del Estado y consumidores y consumidoras.

Aquí vale una aclaración que es que estos sistemas son muy adecuados para garantizar la calidad en el marco del paradigma de la agroecología.

Pero también se usan para garantizar otro tipo de calidad.

Como, por ejemplo, la producción biodinámica o poner en valor el trabajo desarrollado por mujeres.

E incluso para poner en valor el trabajo del sector de la agricultura familiar.

O sea, no se restringe solamente a la agroecología.

Carolina Díaz, referente del cambio rural en INTA, plantea la perspectiva de los SPG como herramienta.

Un sistema participativo de garantía es una herramienta propia para el sector agroecológico.

Es una forma de garantizar que tanto servicios, procesos o cultivos se producen de forma agroecológica.

Son importantes para la producción de alimentos sanos, seguros y soberanos.

Porque existen espacios de comercialización de productores que trabajan con este método de producción, con la agroecología.

Pero que no tienen una garantía social de que sus productos son agroecológicos.

Entonces el SPG sería una herramienta para lograr esa garantía.

Por su parte, Sofía Romero, de Córdoba, destaca la importancia de los SPG a nivel regional y local.

Los sistemas de garantía participativo buscan constatar la calidad productiva y alimentaria que son importantes principalmente a nivel regional y local.

Una gran diferencia que tienen con otro tipo de certificaciones es que buscan que participen todos los actores de la cadena comercial.

Es decir, desde el productor hasta el consumidor.

Además de estos actores, también se buscan que participen entidades públicas de reconocido prestigio, como son los municipios y las universidades.

Que por lo general son los que aportan la supervisión técnica que dan cuenta de cómo se van generando los procesos considerados.

Cada SPG tiene su propio protocolo, es decir, que se adapta a cada territorio un protocolo particular.

No hay un protocolo para todas las SPG.

Lo más importante dentro de la SPG y en lo que se hace foco es en el componente social y en la red de confianza que se genera.

Y la participación dentro de este sistema.

Sobre la importancia de estos sistemas de garantía para la producción de alimentos sanos, seguros y soberanos, la ingeniera agrónoma Graciela Francavila habla de las múltiples características que esto tiene.

La importancia estaría dada por la posibilidad de garantizar esa calidad agroecológica, pero sin aumentar el precio de los alimentos.

Esa sería como una primera gran importancia.