EP232: ¿Eres consciente de tu eternidad? 64y12

Vivimos tan conectados a la tecnología que nos hemos olvidado de lo más importante, nuestra conexión con Dios.

Cargado de emociones, introspección, autenticidad y mucho corazón, cada episodio acompaña a Conchita Vargas Lugo a un viaje transformador y revelador, en donde el fin principal es regresar a nuestra esencia para conectar con Él, nuestro Creador.

Esto es Elijo creerle a Dios, el podcast.

Yo soy la única que tiene a Él, así que con confianza me puedes platicar, pedir consejo o que ore por ti, con mucho gusto lo voy a hacer porque yo soy la única persona que los contesta.

Llevo como tres días o cuatro pensando en este podcast, porque los tiempos están muy difíciles, están pasando cosas por todos lados.

De verdad, lo que más me preocupa y me ocupa en este momento es transmitirles el Dios que tenemos.

Es que, usando mi sentido común, no me entra en la cabeza que nos pasen tantas cosas sin Él.

Estamos hablando de Dios, del Dios maravilloso, del Dios creador de absolutamente todo, que no tiene principio ni fin, el creador del cielo y de la tierra, de lo visible y lo invisible, que es omnisciente, omnipresente, omnipotente, pero es un Dios amigo, un Dios caballero, un Dios atento, un Dios proveedor.

Miren, todos pasamos por un mundo de cosas, buenas y malas, pero tenemos un Dios que es el que nos sostiene porque, desde que nacemos, Dios decide cuándo nacemos y cuándo morimos.

¿Lo creamos o no lo creamos? Así que cada día que amanecemos es porque Él nos lo permitió.

Pero si no lo buscamos, si no tenemos una relación directa con Él, porque Dios no es religión, Dios es una relación, y si nosotros no le pedimos que entre a nuestro corazón, que nunca se vaya, y le entregamos el total control de nuestra vida, estamos en problemas porque queremos.

No quiere decir que la vida sea fácil y que no nos vamos a caer y a levantar, pero caerte teniendo al Señor es bien diferente.

El tener deudas, que además no las deberíamos de tener si seguimos su palabra, pero el tener deudas o tener cualquier situación, enfermedades que no vienen de Él, pasarla con Él, sabiendo que Él te va a sacar adelante, porque no es en tu tiempo ni en el mío, es en el tiempo de Él y a la manera de Él.

Pero eso es lo perfecto, que todo lo que nos pase, si lo ponemos en las manos del Señor, si tenemos una relación con Él, no hay manera de que no salgamos en victoria.

Pero es una emergencia que busquemos a Dios, a la manera de Dios, por medio de Su palabra, que vayamos a las Escrituras, que vayamos al Nuevo Testamento, que entendamos los Evangelios, que busquemos las predicaciones de Pablo, o sea, vayamos a los hechos de los apóstoles, a romanos, busquémosle y pidámosle al Espíritu Santo que nos revele Su palabra, porque Él la dictó.

Es que es maravilloso cómo te cambia la vida el saber quién es Dios, cómo cuentas con Él, cómo te ama, cómo te corrige.

Dios, en Su infinito amor, dio a Su Hijo Unigénito Jesucristo para que muriera en esa cruz para el perdón de los pecados, pero la victoria de Jesús,