EP231: Las tentaciones 3lg1r

Vivimos tan conectados a la tecnología que nos hemos olvidado de lo más importante, nuestra conexión con Dios.

Cargado de emociones, introspección, autenticidad y mucho corazón, cada episodio acompaña a Conchita Vargas Lugo a un viaje transformador y revelador, en donde el fin principal es regresar a nuestra esencia para conectar con Él, nuestro Creador.

Esto es Elijo Creerle a Dios, el podcast.

El de la cola, como le digo yo, va a estar atacándonos por medio de tentaciones.

Y de nosotros va a depender el reprenderlo, el ahuyentarlo.

Porque Satanás es un especialista en hacerte dudar, tanto de tu propósito de vida como de quién eres.

Mientras más pueda atacarte en la mente, de hacerte dudar de tu autoestima, de quién eres, de lo que vales, de lo que mereces, más éxito va a tener.

Las tentaciones no vienen de Dios, ni las permite.

Vienen de Satanás.

Y está en tu mano o en la mía darle cabida.

En Mateo 3, 3.13, resulta que Jesús llega con Juan a bautizarse.

Y Juan le dice, ¿cómo crees que yo te voy a bautizar? El que me tiene que bautizar eres tú.

Pero Jesús le dijo, se tiene que hacer así para cumplir con las Escrituras.

Cuando lo bautizó y salió del agua, se abrió el cielo.

Y cuando se abrió el cielo, se escuchó una voz, y todos la escucharon, del Padre diciendo, este es mi Hijo en quien tengo complacencia.

En ese momento salió una paloma del cielo, el Espíritu Santo en forma de paloma, y se posó en la cabeza de Jesús.

Ahí tienes la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en una forma visible, audible y perfecta.

Y cuando Jesús salió de ahí, se fue en espíritu y estuvo 40 días y 40 noches sin alimento.

Cuando salió de esa vigilia, el diablo se le apareció tres veces para tentarlo.

Y si el diablo se atrevió a tentar a Jesús, imagínate que no se atreverá a hacer con nosotros.

Le dijo que, porque Jesús tenía hambre, y le dijo, pues si eres Dios, dile a tus ángeles que bajen y te den de comer o convierte estas piedras en pan.

Y Jesús lo rechazó.

No se quedó contento y le dijo, mira, si eres realmente Dios, ¿por qué no te tiras al abismo y tus ángeles van a rescatarte? Lo volvió a rechazar.

Y después dijo, si te postras y me adoras, todos los reinos del mundo te daré.

Y Jesús le dijo, vete, Satanás, porque no solamente del pan vive el hombre, sino de la palabra que sale de la boca de Dios.

De verdad es bien importante, amigos y amigas, hablar palabras de fe.

Discernir sobre los espíritus que nos están atacando, porque no todo lo que oyes, que ves y escuchas viene de Dios.

Tenemos que tener un escudo de la fe bien puesto, leyendo la Biblia para saber defendernos.

De verdad, créanme, el Señor Jesucristo hizo todo lo que tenía que hacer y todo lo que se esperaba de Él y todo lo que el Padre le ordenó y todo lo que se profetizó sobre Él.

Por eso cuando Dios último se suspiró, Jesús dijo, consumado es, porque no le faltó nada que hacer en la tierra, pero dejó un legado para todos los que lo esperan.