Cómo crear una sociedad rentable y sin conflictos f2ch

Bienvenidos a Procesos para Crecer, el programa para líderes que quieren construir un negocio que funciona sin ellos. Un podcast creado para dueños de negocios. Vamos a hablar de ventas, marketing, procesos, finanzas y liderazgo. Todo platicado de una manera muy fácil para que lo puedas implementar. Mi nombre es Omar Cabrera, coach de negocios. Bienvenidos.

Hola a todos. Bienvenidos a un nuevo episodio de Procesos para Crecer. Mi nombre es Andrea Guerrero. Está aquí conmigo como cada episodio el señor Omar Cabrera. ¿Cómo estás? Muy contento.

Oye, pues ya regresamos. Muy contento. En forma. Muy, muy, muy, muy alineados con los temas que nos han estado pidiendo. Mira, eh, bueno, para los que no sepan, Andrea todo el tiempo está revisando nuestras redes, ¿no? Está así viendo cada semana y está muy atenta de todos los comentarios junto con el equipo y estamos revisando.

Y justo de todo lo que nos escriben es donde nosotros nos inspiramos para sacar los temas. Así que compartan, síganos escribiendo, comenten y con esto pues vamos dándole más vida a este podcast. Claro. Súper importante, por favor, si son nuevos en este canal y todavía no nos siguen, suscríbanse. Todas las semanas les hacemos llegar contenido nuevo, contenido de alto valor.

Sobre todo si tu empresa está en crecimiento, llega a ser canal adecuado. O sea, esto es información, es para ti. Y el día de hoy, Omar, vamos a estar hablando de, bueno, algo que es súper común en el tema del mundo empresarial. En especial si estás llegando a nuevos horizontes con tu negocio, con tu empresa, que son las sociedades. Ok.

Yo sé que tú tuviste una sociedad. Sí. Durante mucho tiempo. Pero vamos a empezar hablando de por qué deberíamos de considerar en algún punto y cuándo sería un buen punto, ¿no? Considerar estas sociedades. Claro. Pues sí, es un muy buen tema. La verdad, es un muy buen tema. Hay sociedades que vienen como por decreto universal. Es lo lógico y natural.

O sea, me refiero a las familiares, los hermanos. O sea, en el que de repente, ya nací y voy a ser socio de mi hermano porque así está estipulado. El papá tenía la empresa. En la parte familiar.

Y eso es un tema interesante. Vamos a tocar acá. Voy a hablar de las sociedades familiares.

Hay otro tipo de sociedad que cuando se da, que son las sociedades más como de amigos, que fue la que yo tuve. O sea, uno de mis mejores amigos. Oye, ¿por qué no hacemos un negocio? Y eso pues está padre, pero también tiene sus bemoles. También vamos a hablar de las sociedades de amigos. Sí, a lo mejor también de porque estuvieron juntos en la universidad o así.

Hay otro tipo de sociedad que vamos a llamarle la sociedad más financiera. Vamos a llamarlo así.

Es una parte donde tú buscas inversores, inversionistas. Y que bueno, pues puedas tener acá. Y hay otro tipo de sociedad que le vamos a llamar una sociedad estratégica. ¿De acuerdo? Entonces, vamos a platicar de cada una de ellas, si te parece bien. Porque cada una tiene sus pros, sus contras, sus formas. Y hay algo que con esto quiero arrancar como el episodio. A ver. Una de las grandes lecciones que he aprendido en estos años.

Porque yo antes pensaba, ¿no? Pues que la sociedad es como el matrimonio. O sea, hasta que la muerte nos separe. No. Las sociedades no son para siempre. O sea. Y alguien puso en los comentarios, ya existe el divorcio. Sí, exactamente. O sea, las sociedades no son para siempre. No son para siempre. Las sociedades empresariales como tal, es, vamos a llamar un acuerdo que tú haces, que tiene que ver mucho con la generación de valor.

O sea, mientras yo te genere valor a ti, tú me generes valor a mí, y generemos valor juntos, vamos a estar el tiempo que sea. Ojalá que duremos 20, 30, 40, 50 años trabajando y a la siguiente generación. Pero no son para siempre. Suena bien rudo, sobre todo. Estamos arrancando el episodio y, sí, claro. Mochando cabezas. Pero suena muy rudo, sobre todo, porque empezaste enlistando el tipo de sociedades y la primera fue las sociedades familiares. Entonces. Exactamente. Y por eso justamente empezamos por ahí.

Porque creemos que pues porque por decreto de Dios, mandato universal, yo a huevo debo de estar, o sea, asociado con mis hermanos o mis hermanas. Y pues no tenemos la misma idea, no tenemos la misma visión, no tenemos las mismas ganas. O empezamos a cargar, ¿sabes? Como pesos familiares. Que no, es que es la empresa de papá y cómo la voy a dejar este morir. Y claro. Pues no. O también se puede dar que quiere esforzar a que uno de tus hermanos está ahí adentro y él no quiere.

Se quiere salir. Exactamente. Ándale, también. Haces al revés, ¿no? Oye, no, cómo te vas a salir. Esto es el legado. Y entonces tenemos que tener claridad que, o sea, las sociedades como tal no son para siempre. Ahora, ¿qué se puede hacer? Si tú vienes de una empresa que ya está estructurada, que vio un legado, bueno, pues haces un consejo familiar y listo, vas a a lo mejor.