Teoría de la simulación. Cap6- La Reencarnación, ¿una nueva partida? 641s2y

Bienvenidos. Hoy vamos a meternos en un cruce de ideas. Bastante llamativo. La reencarnación, pero vista desde la teoría de la simulación. Tenemos aquí un fragmento de teoría de la simulación de Drusso Psicólogos, el capítulo 6, que lo titula así. La reencarnación, una nueva partida. Suena potente, ¿eh? Sí, suena muy potente.

La idea es explorar cómo esa creencia tan antigua, ¿no? Sobre el renacimiento, el volver a vivir. Pues cómo podría encajar si nuestra realidad fuera, bueno, una simulación informática muy avanzada. Y si reencarnar fuera simplemente eso, empezar una partida nueva. A ver qué sacamos de aquí. Exacto. Porque, a ver, la idea tradicional de reencarnación, que está en muchísimas culturas, dice que la conciencia, el alma, si quieres, pasa a otro cuerpo cuando morimos. Pero la teoría de la simulación le da una vuelta tecnológica. Sugiere que la conciencia podría ser información, datos, un archivo digital que se reinicia o se transfiere dentro del sistema cuando el cuerpo, el avatar, muere.

O sea que mirándola así, el yo, lo esencial, no moriría realmente.

Eso es. Simplemente cambiaría de personaje, por decirlo de alguna manera. Como cargar un perfil nuevo en el mismo sistema operativo gigante que sería la realidad. Justo. Cambias de hardware, pero el software central, la conciencia, persiste de algún modo. Y aquí es donde se pone, bueno, más interesante todavía. El texto menciona el caso de James Leninger.

Ah, sí, el niño estadounidense. Exacto. Un niño que desde muy muy pequeño tenía pesadillas. Siempre con aviones, aviones en llamas, estrellándose.

Terrible para un niño tan pequeño. Pues sí. Y lo fuerte es que con solo dos años el crío hablaba con unos detalles sorprendentes. Sobre aviones de combate de la Segunda Guerra Mundial, batallas del Pacífico, hasta nombres de compañeros de escuadrón.

¿Nombres y datos concretos? Sí, sí. Sus padres, claro, se quedaron alucinados y empezaron a investigar. Y resulta que todo cuadraba. Coincidía con un piloto real, un tal James Houston Jr., que había muerto en combate.

Y fíjate, el caso se documentó bastante. Salió en ABC News y hay un libro, Soul Survivor.

Eso es. Y aquí viene la conexión con la simulación, ¿verdad? Claro. Aquí es donde la hipótesis de la simulación ofrece una lectura diferente, muy diferente a la espiritual tradicional. Desde esta óptica, esos recuerdos tan vívidos de Leninger no serían un alma etérea viajando. Podrían ser fragmentos de código, datos residuales de sesiones anteriores dentro de la simulación.

¿Como restos de la partida anterior que no se han borrado bien? ¿Un glitch? Podría ser un glitch, sí. O quizá, como dicen en informática, una feature, no un bug.

Quizá parte del proceso de reciclaje de conciencias dentro del sistema. Imagina que al reiniciar una conciencia digital, a veces arrastra como ecos fragmentos de información de ciclos anteriores. Las vidas pasadas serían, en este modelo, líneas de código que se reactivan.

No sería algo metafísico, sino un proceso casi lógico dentro de ese entorno simulado.

¿Reciclaje de identidades? Justo. Un reciclaje donde a veces quedan rastros.

Y hablando de código y de procesos, ¿se sugiere en el texto si este reciclaje tiene algún propósito o es solo un efecto secundario, un fallo, si quieres? Mencionaste algo de aprendizaje.

Sí, esa es la siguiente pregunta clave que plantea el texto. ¿Hay una razón programada para esto? El capítulo sugiere que sí podría haberla. Quizá un propósito de aprendizaje, de evolución. Como si cada vida fuera una misión o un nivel para desarrollar esa alma digital. Una especie de… bueno, lo llaman gamificación de la existencia.

¿Gamificación de la existencia? Suenan guau. Abren muchísimas preguntas eso.

Muchísimas. Cuestiones súper profundas, claro. ¿Hay un jugador detrás de todo esto? ¿O un programador? ¿Es consciente el propio sistema? ¿Tenemos nosotros algún control real, algún libre abedrío? ¿O es todo parte de un guión? Y la gran pregunta, ¿se puede salir de la simulación? Claro.

Fíjate que esta visión no elimina necesariamente la espiritualidad, ¿eh? La redefine. Podríamos ser perfectamente inteligencias conscientes aprendiendo y evolucionando dentro de un gran experimento cósmico.

Al final, lo que parece es que dos ideas que parecían venir de mundos distintos, la teoría de la simulación tan tecnológica y la reencarnación tan espiritual… Podrían no ser incompatibles.

Exacto. Podrían hasta explicársela una a la otra de una forma que no esperábamos.

Sí, es una convergencia sorprendente.

En resumen, ¿sí o no?