La precisión de su furia - Inés Kreplak 3a482v

Niños y animales en peligro es de las cosas que más me cuesta atravesar en la literatura.

Ya sé que es ficción, ya sé que no está pasando de verdad, ya sé que es un entramado dispuesto por un autor para generar sensaciones, pero me cuesta. Tal vez si avanzamos juntos en la historia no es tan difícil, ¿no? Hola, ¿cómo están? Mi nombre es Cecilia Ona, esto es Audiolibros por qué leer, un podcast que es, en verdad, una antología muy muy larga de más de 320 episodios en los que comparto con ustedes lecturas en voz alta de textos de ficción, de no ficción, contemporáneos, clásicos, de Argentina, mi país y del mundo, que me gusta mucho para que, entre todos, vayamos también construyendo una manera distinta de leer, con otro periférico de entrada, por decirlo de alguna manera. Y hoy le vamos a dar la bienvenida a Audiolibros por qué leer, a la autora argentina Inés Creplak. Ella escribió Mirar al Sol, una antología editada por Estructura Mental a las Estrellas, editorial de la ciudad de La Plata, de la provincia de Buenos Aires, publicado en el año 2021. La editorial, dicho sea de paso, la van a encontrar también con sus siglas M.

Hace unos libros preciosos, la ilustración de Mirar al Sol, la que está en la tapa, es hermosa, hace que el libro sea súper llamativo. Y el cuento de hoy es La precisión de su furia, uno de los que integran este libro. Lo elegí por las sensaciones que transmite. Creo que en todos los cuentos de este libro hay un ser indefenso, un niño que, bueno, lo vemos sufrir, lo vemos pasarla mal, lo vemos encontrarse en situaciones de complejidad que no puede llegar a entender. Y en este caso vamos acercándonos a la figura de María, que, aunque tal vez primero la conocemos desde afuera, un poco su rudeza o su sensación de violencia para con el mundo, como una manera de protegerse, pero a medida que avanza la historia vamos pudiendo entrar a lo más blandito, a lo más desprotegido de su personalidad y de su ser. Y ahí nos damos cuenta del sufrimiento, el desprecio que sienten los demás por ella, y que por supuesto genera muchas consecuencias en su ánimo y en su forma de relacionarse con el mundo.

La queremos cuidar, pero también nos damos cuenta cómo los adultos que están a su alrededor no tienen siempre esas sensaciones para con ella, así que es difícil, es duro, pero es muy valioso. Así que vamos juntos a la lectura y después la charlamos. Se miró en el espejo. Tenía el labio superior derecho partido e hinchado. Qué bronca le daba que justo le hubieran pegado en la boca. Intentó tapar la herida con algo del maquillaje de su mamá que encontró en el botiquín del baño. Tenía que disimularla para que en la escuela no le dijeran nada. Trató de que su cara se viera como todos los días. Se puso brillo en la boca para ver si mejoraba, pero le ardió. Sus ojos se humedecieron por la reacción al dolor. Contuvo las lágrimas. Le echó agua y se pasó papel higiénico por los labios, con especial cuidado en la zona de la herida. Tuvo que interrumpir cuando oyó la voz de su mamá. María, me tengo que ir a trabajar.

Llego tarde. ¿Te llevo o vas caminando? Se brochó rápido el guardapolvo, menos el primer botón porque estaba descocido. Se puso la campera encima, que ya empezaba a quedarle corta de mangas, y aprovechó la bufanda para taparse hasta la nariz. Antes de salir, abrió el armario en el que su mamá escondía los perfumes importados. Agarró su preferido y se lo echó en el cuello y sobre la campera. Guardó en el bolsillo la piedra de cuarzo que le había regalado su abuela. Saludó a su perro, a su gato y salió. María se movía con agilidad, a pesar de su edad. Su andar era leve y firme a la vez. Te dije que el paloma Picasso no. Vos tenés tu colonia, usa esa, le dijo su mamá ni bien estuvieron cerca. Afuera de la casa, en el exterior de las 535 viviendas, el cielo estaba oscuro y la helada cubría las superficies del césped. Había que andar con cuidado para no resbalar. Desde muy chica, María jugaba todas las mañanas de invierno a alargar vapor en la cama.