La palabra entre nosotros #113 Nicodemo y José de Arimatea 31k61

Programa de Radio Bolivariana, de la Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín, Colombia.

La Palabra entre Nosotros, un momento de diálogo sobre la Palabra de Dios, sus contextos originales y nuestras situaciones cotidianas, a cargo del Grupo de Investigación en Teología, Religión y Cultura de la Escuela de Teología, Filosofía y Humanidades de la Universidad Pontificia Bolivariana.

Orientan el presbítero Tarsicio Gaitán y la licenciada Olga Nuri Estrada.

Le damos la bienvenida a todos, nuestra amable audiencia.

Sean bienvenidos a este programa, La Palabra entre Nosotros.

Bienvenida, licenciada Olga Nuri Estrada.

Muchas gracias, Padre Tarsicio. Bienvenido también acá a compartir con nosotros.

Pues nos sucede en ocasiones que creemos que en la fe, como en la sociedad, invisibilizamos a las personas o a ciertas personas.

Pensamos que los pequeños de la sociedad y de la Iglesia tienen poco que decirnos o que enseñarnos.

No para Dios, porque para Dios nadie es pequeño.

A veces hasta juzgamos y decimos que hay grupos o personas sin Dios ni ley, como dice el dicho.

Y puede que hasta nos llevemos la sorpresa que en esas personas, precisamente, hay más generosidad y autenticidad que en nosotros mismos.

En el programa de hoy hablaremos de dos personajes casuales del Evangelio, Nicodemo y José de Arimatea.

Entonces, comencemos escuchando.

Soy de los que no se atreven a cambiar, a dar el vuelo.

Yo soy de los que caminan escondiendo sus talentos.

Soy de los que tienen miedo a crecer, a estar despiertos.

Mi sueño sin nadie rompe mi corazón, toca mi fragilidad a nacer.

Aquí Salomé Arricivita, en la canción Nicodemo, nos está entrando ya en el clima de estos personajes de los que vamos a hablar hoy.

Y se refiere a Nicodemo de una manera especial, diciendo que va de noche, va por luz, pero otra luz está buscando, como lo vamos a ver aquí, en este compartir de hoy.

Sí, es que hoy vamos a hablar de dos personajes pequeños, menores de los Evangelios, que son Nicodemo y José de Arimatea.

Basta con decir que José de Arimatea aparece en todos los cuatro Evangelios, pero en cada uno de ellos en un solo versículo, mencionado una sola vez.

Y Nicodemo aparece mencionado en el capítulo 3 de Juan, y luego una breve aparición por allá en el capítulo 7, y luego una brevísima aparición en el relato de la pasión.

Solamente Juan menciona a Nicodemo.

Ni punto de comparación en la importancia que le dan los evangelistas a estos dos personajes, con la que le dan a los pesos pesados del seguimiento de Jesús, como a los doce, pero ni siquiera con la que le dan a los malos del paseo, como por ejemplo a Herodes, o a Caifás, o a Poncio Pilato, que le dan más importancia.

Sí, los narradores se quedan un poquito más ahí.