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LA HORA DEL INSOMNE
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LA MUJER EN EL ESPEJO: UN REFLEJO.

LA MUJER EN EL ESPEJO: UN REFLEJO. 1u4c1z

6/2/2025 · 17:26
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LA HORA DEL INSOMNE

Descripción de LA MUJER EN EL ESPEJO: UN REFLEJO. 4r5y1h

Loli Torregrosa en una nueva voz en el mundo de la narración de audiolibros y las ficciones sonoras. Te dejo su primera narración para que puedas escuchar su estilo y forma de contar historias. Espero que te guste y que le dejes algún comentario, siempre viene bien un poco de aliento y buena vibra. Muchas gracias. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1234754 60576g

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La hora del insomne cuentos dramatizados donde encontrarás misterio intriga terror suspenso ahora disfruta de un nuevo relato en la hora del insomne la hora del insomne presenta la mujer en el espejo un reflejo cuento escrito por virginia woolf y narrado por loli torregrosa la gente no debería dejar espejos colgados en las habitaciones como tampoco debería dejar abiertos talonarios de cheques o cartas en las que se confiese algún horrible delito era imposible no mirar aquella tarde de verano el gran espejo que había afuera en el vestíbulo el azar así lo había dispuesto desde las profundidades del sofá en la sala de estar se veía reflejado en el espejo italiano no solo la mesa de mármol que había enfrente sino también un trozo de jardín se veía un largo sendero de hierba que discurría entre macizos de altas flores hasta que el marco dorado del espejo lo cortaba en una esquina la casa estaba vacía y te sentías puesto que eras la única persona que había en la sala de estar como uno de esos naturalistas que cubiertos de hierba y hojas permanece agazapado para observar a los animales más tímidos como el tejón la nutria o el martín pescador que merodean libremente por los alrededores sin ser vistos esa tarde la habitación estaba llena de criaturas así de tímidas de luces y sombras cortinas ondeando pétalos cayendo cosas que nunca ocurren al parecer cuando alguien mira la vieja y silenciosa estancia campestre con sus alfombras su chimenea de piedra sus librerías empotradas y sus escritorios lacados en rojo y oro estaba llena de criaturas nocturnas como éstas llegaban haciendo piruetas caminando delicadamente de puntillas con las colas en abanico y picot jugando con sus picos insinuantes como grullas ó bandadas de elegantes flamencos que hubiesen perdido su color rosado o como pavos reales con las colas veteadas de plata y había también sombríos resplandores y oscurecimientos como si una sepia tiñe ese súbitamente el aire de púrpura y la sala tenía sus pasiones sí furias y envidias y penas que la acechaban y la cubrían como un ser humano nada permanece igual durante más de dos segundos pero fuera el espejo reflejaba la mesa del vestíbulo los girasoles y el jardín con tanta nitidez y tan fijamente que parecían atrapados de manera irremediable en su propio en realidad era un contraste extraño todo fugacidad aquí todo quietud allá resultaba imposible evitar que la mirada saltase de una cosa a otra además como todas las puertas y ventanas estaban abiertas al calor había un constante suspiro interrumpido la voz de lo transitorio y lo per ceder o que iba y venía como el aliento humano mientras en el espejo las cosas habían dejado de respirar y permanecían inmóviles en el éxtasis de la inmortalidad hacía media hora que la señora de la casa isabela tyson había recorrido el sendero con un ligero vestido de verano su cesta ya había desaparecido cortada por el marco dorado del espejo era de suponer que había ido a por flores a la parte baja del jardín o como parecía más natural a cortar una planta tan ligera y fantástica y frondosa y trepadora una clemátide ó uno de esos elegantes manojos de corre vuela que se retuercen sobre feos muros y estallan aquí y allá en brotes blancos o violetas isabela se parecía más a la fantástica y trémula corre vuela cal erecto a la almidonada línea o a sus propias rosas ardientes y encendidas como farolas en los rígidos postes de los rosales la comparación revelaba cuán poco después de tantos años sabíamos de ella porque es imposible que una mujer de carne y hueso a sus cincuenta y cinco sesenta años sea realmente una corona de flores o un zarcillo tales comparaciones son completamente ociosas o superficiales son incluso crueles pues se interponen temblorosa mente como la corre vuela entre la propia mirada y la verdad ha de existir la verdad ha de haber un muro y sin embargo era extraño que conociéndola después de tantos años fuese imposible decir cuál era la verdad sobre isabela

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