Trending Misterio
iVoox
Descargar app Subir
iVoox Podcast & radio
Descargar app gratis
LA HORA DEL INSOMNE
Esto es un fragmento de un episodio exclusivo. ¡Escúchalo completo apoyando a este podcast!
¿ÉL?

¿ÉL? 49481c

14/3/2025 · 18:53
4
63
LA HORA DEL INSOMNE

Descripción de ¿ÉL? 2y6a5t

Soy, Jorge Tito Gómez Cabrera, Actor y Locutor profesional, con más de 20 años de experiencia. Realizador de Radio y Narrador de Podcast y Audiolibros, para plataformas como Audible Studio, Storytel, Scribd, Saga y otras. Suscríbete y si te es posible, puedes apoyarnos dando en el botón azul "APOYAR" y haciéndote FAN. Si necesitas mi voz para tu proyecto, promocionar tu negocio, darle vida a tus historias, o cualquier otro interés, me puedes encontrar en: EMAIL: [email protected] INSTAGRAM: https://www.instagram.com/jorgetito_gomezcabrera/ ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1234754 6n5t4p

Lee el podcast de ¿ÉL?

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

La hora del insomnio. Cuentos dramatizados donde encontrarás misterio, intriga, terror, suspens.

Jorgetito Gómez Cabrera te trae una nueva y emocionante historia.

Si te gusta nuestro contenido suscríbete, además nos puedes ayudar pinchando en el botón azul apoyar y haciéndote fan. Cuento contigo. Ahora disfruta de un nuevo relato en la hora del insomnio. La hora del insomnio presenta el cuento escrito por Guide Mopasán y narrado por Jorgetito Gómez Cabrera. Amigo mío no lo comprendes, lo creo. Piensas que me volví loco, tal vez sí, estoy algo loco, pero no por la causa que imaginaste. Sí, me caso, ahí tienes. Y sin embargo mis ideas y mis convicciones han ahora como siempre son las mismas. Considero estúpida la unión legal de un hombre y una mujer.

Estoy seguro de que un 80% de los maridos han de ser engañados y no merecen otra cosa por haber cometido la idiotez de ligar a otra vida a la suya, renunciando al amor libre, lo único hermoso y alegre que hay en el mundo y de cortar las alas a la fantasía que nos impulsa constantemente hacia todas las hembras agradables. Como nunca me siento incapaz de consagrarme a una sola mujer porque me gustarán siempre todas las mujeres bonitas.

Quisiera tener mil brazos, mil bocas, mil temperamentos para poder gozar a un tiempo a una muchedumbre de criaturas femeninas. Y sin embargo, sin embargo me caso. Añade que apenas conozco a mi futura esposa. La he visto nada más tres o cuatro veces. No me disgusta y esto basta para mis propósitos. Es bajita, rubia y regordeta.

En cuanto sea ya su marido comenzaré a desear una morena delgada y alta. No es rica, pertenece a una familia modesta en todos los conceptos. Mi futura esposa es una muchacha como las haya millares, útiles para el matrimonio, sin virtudes ni defectos aparentes. Ahora la juzgan bonita, cuando esté casada la juzgarán encantadora. Pertenece al ejército de muchachas que pueden hacer la dicha de un hombre mientras el marido no repara que prefiera a cualquier otra antes que a su elegida.

Sí, ya oigo tu pregunta. ¿Por qué te casas? Apenas me atrevo a confesar el motivo que me ha impulsado a una resolución tan estúpida. Me caso por no estar solo. No sé cómo decírtelo, cómo hacértelo comprender. Me compadecerás despreciándome al mismo tiempo. Llegué a una miseria moral inconcebible. Estar solo de noche me angustia. Quiero sentir cerca de mí, junto a mí, un ser que pueda responderme si hablo, que me diga cualquier cosa.

Quiero a alguien que respire a mi lado, poder interrumpir su sueño de pronto con una pregunta cualquiera, una pregunta imbécil, hecha sin más objeto que oír otra voz, despertar una conciencia, un cerebro que funcione. Ver encendiendo bruscamente mi bujía un rostro humano junto a mí. ¿Por qué? ¿Por qué? Me avergüenza confesarlo. Solo tengo miedo. Tú no me comprendes aún. No temo peligros ni sorpresas. Te aseguro que si en mi alcoba entrara un hombre, le mataría tranquilamente.

Tampoco me infunde en temor los aparecidos. No creo en lo sobrenatural. Nunca tuve temor a los muertos. Al morir, cada persona se aniquila para siempre. Y a pesar de todo, claro, a pesar de todo, miedo de mí mismo. Tengo miedo al miedo. Me infunde en miedo las perturbaciones de mi espíritu. Me asusta la horrible sensación del terror incomprensible. Ríete de mí si te apetece. Sufro sin remedio. Me hacen temer las paredes, los muebles, los objetos más triviales que he sido.

Comentarios de ¿ÉL? 43273

Apoya a este programa para poder participar en la conversación.
Te recomendamos
Ir a Misterio y otras realidades