Mitomanía 5m2x6h

Bienvenidos al podcast de Ilustres Anónimos. La mentira es una vieja conocida del ser humano.

Todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos mentido, para qué decir otra cosa. Lo hacemos por muchas razones. Por vergüenza, por miedo, por intentar evitar algún problema o para no hacer daño a otros. Generalmente son mentiras pequeñas, manejables, circunstanciales… Pero ¿cuándo la mentira deja de ser una elección consciente y puntual, y se convierte en una compulsión, en una parte esencial e irremediable de la personalidad? Hoy vamos a hablar de eso, de la mitomanía, conocida como seudología fantástica. Se trata de un trastorno psicológico en el que mentir se convierte en algo patológico, compulsivo y prácticamente incontrolable.

Los mitómanos no mienten, como lo hacemos normalmente tú o yo. No lo hacen solo para conseguir un beneficio directo, ni tampoco exclusivamente para evitar problemas. Ellos crean un universo paralelo, una realidad alternativa en la que ellos mismos son personajes centrales, fascinantes, exitosos o víctimas heroicas. El mitómano suele creer profundamente en sus propias mentiras, hasta el punto de vivir en una realidad inventada que llega a ser más auténtica para él que la realidad misma. Es esta capacidad para autoengañarse lo que hace que su trastorno sea tan difícil de detectar al principio.

Las personas pueden tardar años en darse cuenta de que esas historias asombrosas, esas anécdotas increíbles o esas hazañas extraordinarias no son más que humo, invenciones de alguien que necesita desesperadamente atención, iración o simplemente llenar un vacío emocional profundo. ¿Pero por qué nos fascinan tanto estos personajes? La respuesta está en la propia naturaleza humana.

La mentira, especialmente cuando es tan audaz y elaborada, nos resulta fascinante porque pone a prueba nuestra propia capacidad crítica y habilidad para detectar el engaño. Cuando la mentira adquiere dimensiones épicas, como veremos hoy con ejemplos históricos y actuales, nos quedamos perplejos ante la posibilidad de que alguien sea capaz de sostener con tanta naturalidad realidades totalmente ficticias.

En el episodio de hoy vamos a recorrer juntos algunos de los casos más sorprendentes de mitomanía.

Analizaremos personajes históricos que lograron engañar al mundo entero con mentiras increíbles y personajes contemporáneos que a plena vista consiguieron construir imperios de ficción sostenidos únicamente por palabras vacías pero seductoras. También profundizaremos en la mente del mitómano intentando comprender qué ocurre exactamente en su interior que los impulsa a mentir compulsivamente y cómo es posible que en muchos casos ellos mismos terminen creyendo su propia mentira.

Prepárate para explorar el extraño, intrigante y perturbador mundo de la mitomanía, porque en este universo de fantasía la frontera entre la realidad y la ficción se difumina hasta desaparecer por completo. Bienvenidos y bienvenidas a este nuevo episodio de Ilustres Anónimos. Hoy hablaremos de cuándo la mentira se convierte en realidad.

Dicho esto, empecemos. Durante los próximos minutos viajaremos a tres momentos muy distintos de la historia para conocer a tres personalidades que contra toda lógica convencieron a gobiernos, aristócratas, empresarios e incluso a la opinión pública internacional de que sus fantasías eran reales. Cada uno lo hizo movido por motivos muy diferentes y con estrategias propias pero todos cosecharon resultados espectaculares y a menudo catastróficos.

Presta atención a sus métodos, te lo digo a ti, al contexto de su tiempo y a las secuelas que dejaron tanto en sus víctimas como en ellos mismos, porque esos patrones siguen vigentes a día de hoy. Vamos a hablar de Ana Anderson, la falsa Anastasia Romanova. Anastasia, la famosa princesa. Bueno, pues vamos a hablar un poco del contexto histórico y es que es Rusia, nos encontramos en Rusia en el verano.