jueves de la 4ª semana del Tiempo Ordinario ( ciclo C ) 1q6n44

El evangelio de este jueves, Marcos 6 7 13, recoge el episodio en el que Jesús
envía a sus apóstoles a ejercer la misión que él está realizando. Les da
para ello autoridad, les da poder, autoridad para poder predicar, poder para
hacer milagros, para expulsar a los demonios.
Pero ese poder, esa autoridad que les da, está al mismo tiempo compensada de toda
una serie de consejos para vivirla en humildad. Es un poder, una autoridad que
debe ser vivido en humildad. ¿Cuáles son esos signos de humildad? Primero, el hecho
de que les envíe de dos en dos. No son autosuficientes, tienen que ayudarse el
uno al otro. También les dice que lo hagan con
pobreza evangélica, que no lleven túnica de repuesto, que no lleven más que un
bastón, que sean pobres en los medios, para que de esa manera, siendo pobres en
los medios, quede patente que la obra que realizan no es
gracias a los medios humanos, sino a la gracia de Cristo. O sea, que sean pobres
en los medios. También les dice que acojan las humillaciones,
que allá donde no se les reciba, bueno, pues que no se revuelvan con un amor
propio herido, sino que se sacudan los polvos de los pies y vayan a otro
lugar. Es decir, es un episodio en el que impacta como al mismo tiempo que les da
poder y autoridad para hacer milagros, para expulsar al demonio, para predicar
con fuerza la llamada a la conversión, al mismo tiempo les pide que lo ejerzan en
humildad. Que Dios nos dé la gracia de integrar ese poder de Cristo con ese
estilo evangélico humilde. La bendición de Dios Todopoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.