Lunes de la 6ª semana de Pascua ( ciclo C ) n2f3w

Lunes de la sexta semana de Pascua. El Evangelio es Juan 15, 26 y siguientes.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos, cuando venga el paráclito que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, Él dará testimonio de mí y también vosotros daréis testimonio porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto para que no se escandalicéis, os excomulgarán de la sinagoga, más aún llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que cuando llegue la hora os acordéis de que yo os lo había dicho.

Jesús está preparando a sus discípulos para una gran prueba. Van a recibir el Espíritu Santo el cual les permitirá dar testimonio pero la prueba va a ser muy grande y si uno lee con detenimiento este Evangelio se da cuenta que hay como tres niveles en la prueba. El primero dice os excomulgarán de la sinagoga.

Para un judío, todos ellos eran judíos, para un judío ser expulsado de la sinagoga era como sentirse extraño entre los suyos, era como no tener otro remedio que el exilio, quedarse solo, sin relaciones sociales, una gran prueba, pero no termina ahí porque hay un segundo nivel, se anuncia que se les va a dar muerte, les van a dar muerte, que ya es no solamente perder esas relaciones sociales, es perder la vida.

Todos sabemos qué apego tenemos hacia nuestra vida, nos agarramos a la vida como un clavo ardiendo, como se dice popularmente, pero más todavía hay un tercer nivel en esta prueba porque dice que llegará un día en que aquellos que os den muerte pensarán que están dando culto a Dios, es decir, que están haciendo algo verdaderamente religioso al matarte a ti, con lo cual si ellos al matarte están dando culto a Dios tú entonces en realidad no tienes honra ninguna, no puedes ser considerado un mártir, no puedes ante los ojos del mundo, tú no has perdido la vida por un gran ideal, más bien es el que te ha matado, el que lo ha hecho por un gran ideal, con lo cual tú pierdes completamente tu honra.

Son tres niveles de una gran prueba, el desprenderse del afecto de los personas que nos rodean, el desprenderse de ese apego a nuestra propia vida física y el desprenderse de nuestra honra, de nuestra honra.

Solamente el Espíritu Santo es capaz de prepararnos para esas pruebas, para ese desprendimiento que pueda acontecer en nuestra vida. El Señor nos da el don del Espíritu para poder testimoniarle, para poder ser testigo de Jesús en toda prueba. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre vosotros.