La Honestidad Me Hace Más Fuerte. 302k20

La honestidad me hace más fuerte, por Elisabeth Cole.

Hola, soy Nick, y algo te quiero contar.

Mentir no está bien, no se debe intentar.

A veces mentía, y tenía mis razones para evitar tareas o ganar iraciones.

Pero cuando le dije a mi mamá, la tarea terminé, pero jugando videojuegos toda la tarde me pasé.

Al día siguiente, a la maestra le dije algo inventado, no hice mi tarea, mi abuelo fue hospitalizado.

Pero cuando mi abuelo en la puerta de la escuela apareció, me dio tanta vergüenza, que mi cara se enrojeció.

Mi maestra asombrada quedó sin hablar, y en casa, por mentiroso, no me dejaron jugar.

Yo seguía mintiendo, pensando que era diversión, pero aprendí que mentir trae daño y desilusión.

Como en el juego del escondite que jugamos ayer, hice trampa al mirar y los hallé sin perder.

¡Tramposo! me dijeron, llenos de enfado, y al no jugar conmigo, quedé desconsolado.

Otro día inventé una broma pesada, ¡hay una araña en tu cama enterrada! Se asustó tanto, que lloró sin parar.

¡Es broma! le dije, sin lograrla calmar.

Esa noche en mi cama, no conseguía descansar, me daba vueltas y vueltas, sin poderme tranquilizar.

En mi pecho había un peso difícil de llevar, lo sentía por haber hecho a mi hermana llorar.

Tomé las cosas de papá, aunque estaba prohibido, quería ser espía, y usé lo que había escondido.

Crucé la cerca, y su sombrero rasgué, y sin dudar, al gato la culpa le eché.

Los días pasaron, y mentí sin parar, pero algo ocurrió antes de la feria escolar.

Hice un proyecto del espacio sideral, un sistema solar que quedó ¡genial! Cuando me distraje buscando algo de comer, el gato mi proyecto alcanzó, y logró romper.

Sin tiempo para arreglarlo, no lo pude presentar, y esperaba que mi maestra me pudiera perdonar.

¿De verdad? dijo mi maestra dudando de mí.

¡Otra vez lo mismo! ¿Pensaron mis amigos así? ¿El gato otra vez? dijo mi papá, dudando de mí.

Y yo me frustré, pues nadie había creído que era así.

Mamá bebió triste, y se sentó a mi lado.

¿Por qué no me creen? pregunté apenado.

¡Ay cariño! dijo, es porque antes mentiste.

Cuando se pierde la confianza, recuperarla es muy triste.

Las mentiras parecen una salida fácil, lo sé, pero la honestidad es lo que vale, créeme.

La verdad es tu fuerza, nunca es tarde para empezar.

Sé honesto, di la verdad, y bien te sentirás.

Decir la verdad te gana respeto y valor, te sentirás orgulloso al ser de confianza y honor.

Las mentiras lastiman, causan daño y dolor.

Si mientes, perderás a tus amigos de alrededor.

Las palabras de mamá me hicieron recordar.

El día en que mi hermanita hice llorar, le conté a mi mamá lo extraño que esa noche me sentí.

La culpa, dijo, nos muestra cuando actuamos así.

Las mentiras son como piedras que aplastan tu corazón, te siguen a todas partes sin darte solución.

Con la culpa no duermes ni logras descansar.

La verdad te da libertad y la paz va a regresar.

Pero mamá, dije mientras pensaba sin parar, la verdad puede ser un sueño.