El día de la vida silvestre 3j4c9

Aragón Radio Podcast.

En la cadiera, Mayata, con Lucía López Marco.

Un miércoles más, tenemos con nosotros a Lucía López Marco.

Hoy nos abre su mayata para hablarnos de pastoreo, de conocimiento tradicional y de vida silvestre, aprovechando que el próximo lunes se celebra el Día Mundial de la Vida Silvestre.

Hola, Lucía, ¿cómo estás? Buenos días.

Buenos días, Óscar.

Gracias por acogernos en tu mayata.

¿Por qué existe ese Día Mundial de la Vida Silvestre, Lucía? Pues este día existe desde 1973, que es el día que se firma la convención, o el año que se firma la convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestre.

Y desde entonces, pues cada año, el 3 de marzo, se celebra este Día Mundial de la Vida Silvestre con el objetivo de celebrar la belleza, la diversidad de la flora y fauna salvajes y también, sobre todo, para concienciar a la gente de la multitud de beneficios que aportan y la necesidad que tenemos, muy urgente, cada vez más urgente, de combatir los delitos, por un lado, contra el medioambiente y también para intentar disminuir esa pérdida de especies a causa de la actividad humana.

El tema central este año es financiación de la conservación de la vida silvestre, invertir en las personas y en el planeta.

¿Qué hay del enfoque que se le da en esta edición? Bueno, pues este año destaca la importancia de asegurar recursos financieros para poder asegurar esa conservación de la biodiversidad, ya que invertir en la protección de la vida silvestre no solo beneficia a especies y ecosistemas, sino que también es esencial para nuestro bienestar, para el bienestar humano, ya que dependemos de estos recursos para nuestra supervivencia y también para garantizarnos una calidad de vida.

¿De qué forma se relaciona el conocimiento ecológico tradicional con la conservación de esa vida silvestre, Lucía? Bueno, el conocimiento ecológico tradicional acumulado por las comunidades locales y, sobre todo, por las comunidades indígenas durante generaciones, ofrece prácticas y saberes que promueven esa gestión sostenible de los recursos naturales.

Entonces, estos conocimientos son invaluables a la hora de pensar en conservación, ya que incluyen técnicas adaptadas a los ecosistemas locales y, de esta forma, fomentan la coexistencia entre humanos y vida silvestre.

¿Podrías darnos algún ejemplo de cómo ese conocimiento ha contribuido a la preservación de especies o de ecosistemas? Hay casos interesantes, por ejemplo, con árboles nativos.

Sí, porque tradicionalmente ha habido un manejo tradicional en distintas culturas que combinaban estos cultivos agrícolas con, como decíamos, árboles nativos, como se ha hecho tradicionalmente en la Península Ibérica.

De hecho, si pensamos en la dehesa, que está considerada el agroecosistema más sostenible del mundo, vemos esa combinación de agricultura ganadería con esa parte forestal de combinar con árboles nativos.

Y esta práctica no solo garantiza la seguridad alimentaria, sino que también ayuda a mantener hábitats para numerosas especies que contribuyen a la conservación de la biodiversidad local.

Por ejemplo, un montón de aves, etcétera.

¿Y en el contexto actual, en el presente, qué desafíos enfrenta la integración del conocimiento ecológico tradicional en esas políticas de conservación? Pues uno de los desafíos principales es conseguir ese reconocimiento y respeto de estos saberes por parte de las instituciones y de la sociedad en general.

Además, claro, en el contexto que estamos de globalización y de pérdida de culturas tradicionales, pues esta transmisión de este conocimiento hacia las nuevas generaciones se ve amenazada.

Cada vez hay menos transmisión de este conocimiento ecológico tradicional.

Y claro, pues para ello es fundamental establecer marcos legales y educativos que incorporen estas prácticas en las estrategias de conservación.

Y las comunidades locales están jugando un papel clave en esa protección de la vida silvestre.

Claro, totalmente.

Totalmente, porque su relación directa y cotidiana con el entorno les da una comprensión muy profunda de esos ecosistemas.

Y entonces hay que empoderar a estas comunidades y reconocer sus derechos para implementar prácticas de conservación que realmente sean efectivas y sostenibles.

¿Cómo podemos contribuir a nivel individual, desde nuestro entorno, a la conservación de esa vida silvestre? Bueno, pues ya sabemos, intentando adoptar hábitos sostenibles, apoyando iniciativas de conservación, educándonos sobre la biodiversidad de nuestro entorno, que muchas veces, por ejemplo, en los colegios se habla más de la fauna de África que de la fauna que tenemos en Aragón.

Y es muy importante conocer la biodiversidad de nuestro entorno para quererla y protegerla.

Y también participando en actividades comunitarias que promuevan esa protección.