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🎙️ En este episodio hablamos con Paloma y Guillermo, creadores de La Posada del Ret, también conocida como El Parador del Rey, un restaurante rural con cocina honesta y muchas historias detrás. Dejaron Madrid para emprender en un pequeño pueblo asturiano, y nos cuentan cómo han construido un proyecto con alma, sin postureo, con fondo… y con mucho sabor. Una charla sobre cocinar en el medio rural, emprender sin perder calidad de vida, sostenibilidad, gestión emocional y el placer de hacer las cosas a fuego lento. 🎧 Si te interesan las historias reales que hay detrás de los platos, dale al play. Cosas curiosas que menciona Paloma: La Huerta del Vago – un proyecto de permacultura local cerca de Pola de Lena, llevado por un joven llamado Manuel. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/842922 5t5049
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Hola gastrónomos, y ahora sí, vamos a empezar este episodio.
Me acompañan Paloma y Guillermo. Bueno, también me acompaña Pancho, pero Pancho y Guillermo no van a hablar. Así que Paloma Medina, Alma Mater, junto a Guillermo, que como decíamos, está haciendo acto de presencia.
Si tenemos suerte, en algún momento habla.
Está de acompañante. Hoy viene de acompañante.
Pero no le encantan los micros.
Así que hoy vamos a hablar del parador del rey y vamos a hablar de emprender en núcleos no urbanos y vamos a hablar un poco de esta casa y de la cocina y de dificultades, de un montón de cosas que a veces no se cuentan de, pues como decíamos, abrir en lugares que no son tan comunes.
Pues ahora sí, Paloma, voy a empezar con una pregunta que hago con mucha frecuencia que es, ¿qué hace una chica como tú en un sitio como este? ¿Qué os llevo a montar el parador del rey? Pues mira, nosotros nos conocimos en Madrid hace ya unos cuantos años.
No nos dedicábamos a esto, cada uno tenía su profesión y de repente decidimos que queríamos cambiar de vida y nos vinimos para acá.
El restaurante lo tuvieron mis suegros, los padres de Guillermo, muchísimos años abiertos y bueno, decidimos lanzarnos a la aventura.
En principio yo no cocinaba, teníamos una persona que nos ayudaba con eso, pero bueno, poco a poco fui cogiendo las riendas y bueno, como me encanta y me gusta lo que hago, pues así fue.
Yo os conocí a través de David Donstatio, que no sé si el episodio será justo antes de este, el fin de semana antes de este.
Yo quería saber un poco, ¿qué hacías antes de cocinar? Pues yo estudié dos años de sociología, luego empecé a trabajar en un despacho de abogados, decidí estudiar Derecho, aunque siempre quise ser periodista, no era mi objetivo en la vida, pero bueno, por ahí me llevo la vida.
Y trabajé en un banco 14 años.
O sea, que nada parecido a lo que estamos haciendo ahora.
Siempre me gustó cocinar, siempre en mi casa se cocinó, mi madre era una gran cocinera, mi abuela también.
Y siempre yo era muy anfitriona, siempre mi casa estaba llena de gente, siempre había eventos, siempre había cenas, comidas.
Pero bueno, nunca pensé en dedicarme a esto, la verdad.
¿Y hace cuánto que diste el giro? ¿Diez años? Sí, más o menos.
Hará once años ahora que abrimos el parador, y en la cocina yo como diez.
El primer año ya te cuento que fue a cargo de otra persona, y luego ya terminó todo.
Pues hablamos antes de empezar eso.
Y en Asturias hay bastantes casos de éxito de restaurantes que están en sitios que a priori solo vas a ellos.
Complicados, sitios complicados.
¿Y entonces cómo es ese momento de coger y decir nos vamos de Madrid, que es con toda su dimensión, a un pequeño pueblo y empezar ahí a enseñar, pues eso, inicialmente la cocina de otro y ahora tú cocina? Pues mira, al principio es un poco como toda incertidumbre.
Es como, bueno, voy a probar, voy a ver qué pasa y voy a probar.
Sí que es verdad que nosotros, al tener una trayectoria anterior, el sitio ya se conocía, con lo cual eso nos ayudó a que no empezáramos de cero a cero.
También es verdad que lo que hacemos nosotros ahora no tiene nada que ver con lo que se hacía antes.
Mi suegra, una gran cocinera también, hacía cocina muy tradicional, era un sitio muy grande donde paraba todo el mundo.
Nosotros somos un sitio pequeñito, hacemos otro tipo de cocina, pero sí que es verdad que es como toda incertidumbre, como no sabes a lo que te enfrentas.
Y luego, poco a poco, pues bueno, vas un poco enfocándote a lo que la gente te demanda.
Sí que es verdad que el estar en un sitio rural y más en Las Cuencas es complicado, pero bueno, al final la gente te va conociendo, vas haciéndote tu clientela, y bueno, poco a poco, pasito a pasito.
Porque si tuvieras que definir vuestra casa ahora, ¿qué tipo de cocina se encuentra? Pues a ver, nosotros desde el principio intentamos siempre hacer una cocina lo que nosotros llamamos honesta.
En principio utilizamos productos de calidad e intentamos trabajar siempre con producto local.
No siempre es posible.
Y luego hay una definición que nos gusta mucho, que además vino de la mano de David precisamente, que es cocina gustosa.
Porque es verdad que a mí me gustan mucho los fondos, los guisos, y la tradición, que no hay que olvidarla.
Y hago, bueno, pues eso, cocina gustosa.
¿Cuál es tu plato favorito de hacer? ¡Uf! ¿Mi plato favorito de hacer? Pues mira, me encanta el guiso de siempre.
O sea, de hecho ahora estamos trabajando con rabo de vacuno y la verdad que, no es porque yo lo diga, pero me sale muy rico.
Me sale muy rico.
Esa salsa densa, con la receta de toda la vida, con muchas horas de cocinado.
Eso es lo que a mí más me gusta.
Decías antes las cuencas, que a veces es una zona que, pues, voy a decir, no sé, no sé,
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