Ceguera. Sobre Jesucristo (144) 641p1d

Vamos a continuar en esta breve explicación con el tema de la ceguera pero más sobre la seguirá espiritual que sobre la terrible ceguera material en primer lugar quiero recordar porque seguro que lo conocéis un pequeño poema muy pequeñito dice así dale limosna mujer que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en granada estas palabras son de francisco de casa están en un mosaico dedicadas a granada desde donde de donde su esposa era natural había nacido el fue un enamorado de granada y me imagino estoy imaginación que al ver los mendigos que y por allí algunos y o y tal pensaría pobre hombre se está perdiendo la belleza visual de algo que único en el mundo y ese pensamiento hasta tapón no ocultó la pena de decir pobrecico no puede manejarse no puede trabajar la belleza le ocupó la mirada también quiero recordar yo creo que en alguna ocasión lo he comentado una experiencia personal muy muy simple muy simple pero que viene a cuento hace ya no sé si diez o doce años no lo sé estuve un verano casi entero en burgos en la facultad de teología preparando la edición de un libro entonces por la mañana con otro compañero en la biblioteca digital íbamos revisando corrigiendo quitando poniendo y por la tarde antes de dar un paseo tranquilo y sentarnos en un bar de aquellos que en un verano de burgos hasta se puede tomar chocolate con churros por la noche en el bar al fresquito total pues iba antes de eso me iba yo a la catedral y me sentaba en un banco estaban recién restaurado lo retablo es enorme y hermosísimo bellísimo retablo me sentaba en un banco y me dedicaba un rato largo gozar de la visión de retablo no analizaba lo que era porque no soy experto en arte simplemente me sentaba a contemplar y gozar a ver no más de cuando en cuando subió a una oración de gratitud pero mi objetivo era ver que el retablo llegar a mi que yo penetrar en el arte y la belleza de aquel objeto precioso y entonces bueno pues como es natural pasaba por allí mucha gente mucho turista vale la pena y la mayoría de ellos algunos se sentaba estaba un poquito contemplando pero la mayoría con su máquina de fotos pasaban rápido y veloz y hacían veinte mil ciertos fotografías mientras pasaba pero no se sentaban siquiera que a mi me daba pena y decía pobrecicos han venido a visitar a ver la catedral y no la han visto se la llevan congelada como sardinas en lata en una máquina fotográfica pero ellos no han visto la catedral no han gozado de la vejez digo esto para introducir esta pequeña meditación sobre la ceguera espiritual mirada en el evangelio de hoy aquel ciego no podía seguir a jesús y como os decía en vez de salir pues para ver la ciudad así el vivían jericó no lo habría visto nunca era ciego de nacimiento curiosidad sin andar mucho pudo dar una vuelta ver la sinagoga ver los monumentos ver ya habrá tiempo de ir a jerusalén a otra ciudad el ha visto algo mas hermoso que todo lo que puede ver en aquel momento ha visto a jesús ha visto a jesús entonces descubre una belleza una luz una claridad que atrae su mirada que le hace olvidar todo lo demás que le pone en pie y que le empuja a seguir a jesús a donde vaya iva