Átomos y Bits | La extraña señal que vino del espacio profundo 6v4aa

Buenas, ya estamos aquí en Atomos y Beats, una semana más, nos pasamos por esta
sintonía para contaros algunas cositas interesantes que hemos encontrado en
relación con el mundo de la ciencia, la tecnología y la innovación. Bueno, la
verdad es que hemos encontrado, pero porque no hemos buscado mucho y
podríamos sacar 45 cositas más de las que os contamos cada semana, porque la
verdad es que la actualidad científica da mucho de sí, hay mucha gente
trabajando en todo el mundo con distintos proyectos y a veces es
complicado escoger los temas de cada semana, pero hoy como casi siempre, no que
casi siempre, hoy como siempre os vamos a contar cosas que os van a interesar
especialmente y lo haremos con Esteban Novillo en la realización técnica, con
José Manuel Nieves que nos va a contar toda la información y con el saludo en
el micrófono de Pedro Pablo May. Y como estamos en San Valentín con el Día de
los Enamorados, vamos a empezar con una señal de amor que alguien nos manda
desde algún lugar que no sabemos cuál es, porque no existe. ¿Cómo? ¿Qué estás
contando? ¿Qué cosa más extraña? Bueno, yo no lo voy a contar, lo va a contar José
Manuel que le tenemos aquí con nosotros. ¿Cómo estás ángel de amor?
¿Pedro? ¿Qué tal? Aquí, en esta apartada orilla.
Así me gusta.
Allí la luna brilla más, ¿no?
Y se respira mejor.
Estupendo. Pues entonces vamos a conocer la historia de esa misteriosa señal de radio
que la verdad es que es que miras al cielo y dices, pero vamos a ver si es que
no sabemos nada de cómo funciona el universo y de todos esos misterios que
tenemos ahí a nuestro lado. Una señal que viene de ninguna parte. ¿Cómo es posible
eso? A ver, estamos hablando entre las muchas señales que nos
manda el universo continuamente, estamos recibiendo señales. Señales me refiero a
que son emisiones que nos llegan en un montón de longitudes de onda y en un
montón de tipos. Pueden ser luminosas, pueden ser los radios láser, pueden ser
electromagnéticas. A ver, entre todas las señales que nos manda el universo hay
unas que sin duda están entre las más misteriosas, que son unas potentísimas
señales de radio. Pero cuando digo potentísimas, o sea, esto se llaman FRB,
que es el acrónimo en inglés de Fast Radio Burst, que significa como ráfagas
rápidas de radio o estallidos rápidos de radio. ¿Y qué son? Bueno, pues son
como plazazos, pero plazazos que duran milésimas de segundo. O sea,
prácticamente nada. Y que se producen de forma absolutamente inesperada, sin
saber ni dónde ni cómo. Y que en esas milésimas de segundo que duran, emiten
una cantidad de energía que es equivalente a la que el Sol emite a lo
largo de varias décadas. O sea, impepinable. Fíjate que
muchas de estas, o sea, algunas de estas señales de radio tan fuertes se reciben
a cientos de millones, incluso a miles de millones de años luz de distancia. Bueno,
pues aún así son tan poderosas que ciegan los instrumentos de los
astrónomos. Las sobrepasan. O sea, hay algunas que no se ha podido medir la
intensidad que tienen de la cantidad de energía que desprenden. Es
equivalente a una nova, pero en una milésima de segundo. ¿Qué ocurre? Que
estas estrellas duran tan poquito y son tan inesperadas que no hay manera de
cazarlas. Es decir, no hay ningún método que te permita ir a la caza. Entonces, lo
único que puedes hacer es enfocar los telescopios y tenerlos permanentemente
enfocados, rezando para que en el área que estás cubriendo y en el tiempo que
tienes el telescopio enfocado se produzca alguno y lo puedas captar. Es decir, como
estar siempre mirando y cuando se produce uno pues lo cazas. Pero, ¿qué
sucede? Que entre las muchísimas dificultades que hay, claro, ¿qué hacen
los científicos cuando captan un FRB como éste? Pues claro, eso se ve pues
imagínatelo como si hubiera un breve flasazo en el cielo en la longitud de
onda de la radio. O sea, son emisiones de radio. Pues captan ese
flasazo y entonces inmediatamente