Átomos y Bits | Vida extraterrestre 2u3j3l

Esta es la sintonía de Átomos y Bits, con la que cada semana nos acercamos por aquí para contaros las últimas cosas interesantes que aparecen, algunas de las últimas cosas interesantes que aparecen en la ciencia y la tecnología y en la innovación. Digo algunas porque todos los días están pasando cosas interesantes.

Hemos tenido ocasión de ver foros científicos muy importantes, de ver publicaciones en revistas especializadas también que merecen nuestra atención, de ver estudios que siguen presentando los científicos por todo el mundo y a veces se hace complicado escoger cuáles son de todas ellas las que merecen aparecer en Átomos y Bits.

Intentamos que sean las mejores y el mayor número posible y hoy, como en las últimas semanas, veréis que no vais a quedar decepcionados por los asuntos de los que vamos a tratar. Lo haremos en un programa que cuenta con la realización técnica de Esteban Novillo, con toda la información que nos trae enseguida José Manuel Nieves y con el saludo del micrófono de Pedro Pablo May.

Don José Manuel, ¿cómo está usted señor esta semana? Muy bien Pedro Pablo, ¿y tú qué tal? Pues aquí, descubriendo o buscando el descubrimiento definitivo de a ver dónde demonios ha metido todo el mundo aquí en el universo, a ver si conseguimos encontrar a alguien y confirmar que hay vida inteligente en alguna parte, porque aquí en el planeta cada vez dudo más que la encontremos.

Pero bueno, igual fuera del planeta encontramos vida inteligente o al menos vida. Y ahora de momento tenemos otro candidato, ¿no? Sí, sí, sí. Además el más firme hasta ahora, fíjate. Fíjate que cada vez nos vamos acercando más. No hablamos de vida inteligente, por supuesto. O sea, que ni siquiera hace falta que sea inteligente.

Con encontrar vida, aunque sea una simple bacteria, ya sería absolutamente revolucionario, ¿no? Bueno, pues de lo que hablamos hoy es de un planeta que se llama K2-18b, que está a 124 años luz de distancia y en el cual se han encontrado los signos más esperanzadores, más prometedores hallados hasta ahora, de una posible biofirma fuera del sistema solar. Y la historia de este planeta empieza hace 10 años, porque fue descubierto en agosto de 2015.

Y lo encontraron, lo llamaron, lo designaron K2-18b, que eso quiere decir que es el primer planeta alrededor de la estrella K2-18, y rápidamente se le incluyó en el grupo de las supertierras. ¿Qué son las supertierras? Pues son planetas rocosos como el nuestro, pero con una masa que está entre una y diez veces la de la Tierra. Y esta encaja perfectamente, porque tiene un diámetro equivalente a 2,6 tierras, es decir, es más del doble de grande, y tiene una masa que es 8,6 veces superior. Así que encaja en la categoría estupendamente. Pero es que además de eso, tiene una atmósfera bien definida.

No todos los planetas tienen una atmósfera bien definida, ni siquiera dentro de nuestro sistema solar, que hay muchos planetas que tienen una atmósfera muy tenue, como Marte, o casi inexistente, como Mercurio, o muy densa, muy densa, como Venus o como Júpiter. Pero tener una atmósfera bien definida es una característica muy importante. Y además de eso, está en la zona habitable de su estrella.

Y como sabes, la zona habitable, que le hemos hablado mil veces, es la distancia precisa para que la temperatura en la superficie del planeta no sea ni demasiado fría, ni demasiado caliente, y permita la existencia de agua líquida. Si estuviera demasiado cerca, no sería líquida, sería vapor, como pasa en Venus. Y si estuviera demasiado lejos, fuera de la zona habitable, pues sería gélida y sería hielo, como pasa en Marte.

Es prometedora la cosa, entonces. Mucho, mucho. A ver, repasamos. Rocoso, con una atmósfera estable, probablemente con agua en su superficie, pues muy pronto se convirtió en uno de los mejores candidatos para buscar vida fuera de la Tierra. Pero no termina aquí, ya te digo que son diez años.