Trending Misterio
iVoox
Descargar app Subir
iVoox Podcast & radio
Descargar app gratis
Las LLamas del Pecado
Adicción a los videojuegos. Capítulo 6

Adicción a los videojuegos. Capítulo 6 1c482e

20/3/2025 · 01:19:41
0
1.8k
0
1.8k
Las LLamas del Pecado

Descripción de Adicción a los videojuegos. Capítulo 6 u6e3n

Las cosas se complican cada vez más en casa. Maria tiene planes... planes que van a poner a la famila de nuestro protagonista patas arriba. _____________________________________________ Hola! Ayúdame uniéndote a Ivoox desde los siguientes enlaces: * Anual https://www.ivoox.vip/?-code=c7cb5289b6e940372f0f816d1de4fe6e * Mensual https://www.ivoox.vip/?-code=9af38537eef891dabb408d0e292f3c38 *Plus https://www.ivoox.vip/plus?-code=208ff5ca551218eda9d25aad9113bc8c 612j6d

Lee el podcast de Adicción a los videojuegos. Capítulo 6

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Las Llamas del Pecado, tu programa de relatos eróticos más caliente en español.

Si te gusta el contenido, suscríbete. Y si te encanta, hazte fan desde el botón azul, apoyar y acceder a todo el contenido extra. Ahora, disfruta del episodio.

Hoy presentamos Adicción a los videojuegos.

Capítulo 6 Después de aquel baño reparador, nos acercamos hasta donde se encontraba el resto del grupo.

Tenía curiosidad por ver cuál sería el recibimiento después de lo que les hubiese contado Raquel, pero, tal y como nos íbamos acercando, no pude verla ni en las toallas, ni en el agua. Cuando llegamos junto a Luisa y Nacho nos confirmaron que se había marchado.

Pregunté nada más llegar.

¿Y Raquel? Llegó hace rato, con los ojos rojos, como si hubiese llorado, y lo único que nos dijo es que se marchaba. No la pudimos retener, ni pudimos sacarle ni una sola palabra más.

Se ha cabreado conmigo. Ha habido malentendido y hemos discutido.

Desde luego, María, ya te vale. Últimamente estás de un rarito.

Una vez más me sorprendió el aplomo con el que mi hermana afrontó la situación y, sobre todo, el morro que le echaba. En los últimos días estaba descubriendo muchos aspectos en su carácter que desconocía, era como si tuviese varias caras. Tal vez, lo más sorprendente para mí era que nunca me había dado cuenta. Quizás fuera debido a que ahora pasaba más tiempo con ella y de una manera más íntima. Creo que me gustaba más la María de antes.

El ambiente se había quedado bastante frío tras la espantada de Raquel y se modificaron los planes iniciales de pasar todo el día en la playa. Propusieron marcharnos. Sí, Luisa, será mejor que nos volvamos a casa. Ya hablaré con Raquel para ver si aclaramos nuestro malentendido. Malentendido, pero qué morro que le echaba la tía. Caminamos hasta el coche, casi incompleto silencio, y me pareció ver en la mirada de mi hermana un brillo de satisfacción.

—Os dejo en casa, María.

—No, nosotros nos quedaremos cerca del paseo marítimo, que mis padres estarán por allí.

Miré a mi hermana con semblante interrogativo y ella me devolvió una sonrisa, pero no dijo absolutamente nada. En unos minutos llegamos a nuestro supuesto destino y nos despedimos de Luisa y su pareja. Muchas gracias por el transporte. Para eso estamos las amigas.

Por cierto, llama a Raquel y arreglar lo que sea que os haya pasado. Hace mucho tiempo que sois amigas y no vale la pena estar cabreadas. Sí, no te preocupes. Hasta luego.

—Adiós, pareja.

—Adiós.

Me despedí con un tono de voz casi inaudible, mientras hacía el típico gesto de despedida levantando cansinamente la mano. En cuanto se alejaron me giré hacia mi hermana con cara de pocos amigos.

—¿Por qué me miras así? Ahora me vas a explicar a qué viene todo esto.

—¿A qué te refieres? —¿Lo sabes muy bien? Últimamente me tratas como si fuera un niño pequeño y me llevas de aquí para allá como a un pelele. Estoy harto y tú estás muy rara.

—Venga, hombre, no te enfades. Les he dicho que nos dejaran aquí para poder estar un ratito más a solas. Así podemos hablar tranquilamente.

En casa no nos esperan hasta la tarde. Además, ahora me dirás que cuando te follas a tu hermanita también te trato como a un niño pequeño, ¿no? —Tú sí.

Me dijo esto último dándome un abrazo y poniendo su voz más mimosa. No supe qué contestarle.

—¿Qué te parece si nos sentamos en una terraza y nos comemos una hamburguesa? Yo invito.

—Bueno. En pocos minutos estábamos acomodados bajo una sombrilla y nos habían tomado nota de la comanda. Lo cierto es que había desayunado poco y la mañana de playa junto con el ejercicio me habían abierto el apetito. Decidí relajarme y disfrutar de la comida. Nos sirvieron en pocos minutos y comencé a dar cuenta de una macrohamburguesa completa, con todas las guarniciones sabidas y por haber, además de una bebida de cola, casi helada, de tamaño XXL. Mi hermana pidió lo mismo, pero en un formato un poco más pequeño, aunque recibió su hamburguesa con un primer bocado feroz. Después del primer ataque a la manduca, pedimos un enorme helado para rematar la faena. Yo lo pedí de chocolate, dulce de leche y after eight. Estaba riquísimo.

Con la barriga llena el mundo se veía distinto y me sentía reconfortado. María había acabado antes que yo y me miraba con atención.

Comentarios de Adicción a los videojuegos. Capítulo 6 4iz2j

A