#70 Este error al entrenar fuerza te está haciendo más lento 🛑🏃‍♂️ 545sb

No sé si lo sabías, pero son uno de los factores más comunes de lesiones en corredores.

Si no estás trabajando bien la fuerza, estás dejando minutos sobre la mesa.

Bien ejecutados y con una buena progresión, tienen más que suficiente para ver resultados reales y además en poquísimo tiempo.

Es uno de los grandes secretos de los corredores que parecen que van volando sin esfuerzo.

Bienvenidos a un nuevo episodio de Correr Inteligente.

El podcast donde aprenderás a correr y a entrenar de la manera más inteligente posible.

Soy Mario Castellanos y si eres un corredor popular con poco tiempo que quiere adquirir los conocimientos necesarios para no quedarse estancado y seguir mejorando, quédate porque te ayudaré a entrenar de manera más inteligente para que aproveches al máximo cada entrenamiento.

Si eres corredor y te han dicho que entrenan la fuerza, te va a hacer lento tan mentido.

Y lo peor de todo, si no estás trabajando bien la fuerza, estás dejando minutos sobre la mesa.

Te prometo que después de escuchar este episodio vas a tener clarísimo que hacer, cómo hacerlo y por qué.

Porque esto del running no va solo de correr.

Esto va de rendir más, de lesionarte menos y de disfrutar más de cada zancada.

¿Estás listo? Pues vamos al lío.

Lo primero que tienes que entender es esto.

Los corredores no entrenamos la fuerza para ganar músculo.

Entrenamos fuerza para movernos más rápido, con menos esfuerzo y para rendir más en cada entrenamiento.

Y en cada carrera.

El objetivo no es ver cuánto peso puedes llegar a levantar, sino cómo esa fuerza te va a ayudar a correr mejor.

Al trabajar la fuerza mejoras a nivel neuromuscular.

Eso significa que tu cerebro y tus músculos aprenden a comunicarse mucho mejor.

Se activan más fibras musculares y con ello se activan mucho antes.

Esto se traduce en movimientos más eficientes, en movimientos más rápidos y sobre todo más precisos.

Además, serás capaz de aplicar más fuerza contra el suelo en cada zancada.

Y eso, en running, en carrera, significa un mayor impulso, mayor velocidad y menos gasto por cada paso.

También mejoras tu economía de carrera, que es uno de los grandes secretos de los corredores que parecen que van volando sin esfuerzo.

Al ser más eficiente biomecánicamente, necesitas menos energía para mantener un mismo ritmo.

Eso significa que puedes correr más rápido, más tiempo y con menos fatiga.

Y lo más importante, aquí no buscamos hipertrofia.

No queremos ganar volumen muscular como en el gimnasio clásico, como nos han hecho ver desde hace muchos años.

Queremos mejorar la fuerza funcional.

Queremos ser más reactivos, más potentes y sobre todo más estables.

¿Y cómo lo conseguimos? Pues trabajando la potencia, utilizando cargas medias que podamos mover con velocidad y sobre todo controlando la fatiga.

Porque entrenar fuerza como un corredor no es agotarse, es optimizar cada repetición para que sume y no reste.

Segunda clave, elige ejercicios que realmente te hagan correr mejor.

Aquí no venimos a hacer biceps ni a levantar peso por levantar.

Lo que buscamos es construir una zancada más potente, más estable, más eficiente.

Por eso empezamos por los ejercicios bipodales, como pueden ser la sentadilla o el hip thrust.

La sentadilla es un básico.

Activa todo el tren inferior y mejora la fuerza en general.

Por otro lado, el hip thrust es uno de los ejercicios más importantes para corredores.

¿Por qué? Porque trabaja de forma directa los glúteos, que son como los motores principales de cada zancada.

Si tienes unos glúteos fuertes, tendrás más empuje hacia adelante, más estabilidad en cada paso y menos riesgo de lesión por sobrecarga en estas zonas.

Pero no nos quedamos solo ahí.

Es fundamental incluir ejercicios monopodales, y recorrer es, al final, una sucesión de apoyos a una sola pierna.

Aquí entran en juego las zancadas, las sentadillas búlgaras, las subidas a cajón, movimientos que trabajan cada pierna por separado, que imitan el gesto de carrera y mejoran tanto a nivel de fuerza como de equilibrio y de estabilidad.

Además, te ayudan a corregir descompensaciones musculares entre una pierna y otra, que no sé si lo sabías, pero son uno de los factores más comunes de lesiones en corredores.

Como siempre digo, no hace falta complicarse.

Con 3 o 4 ejercicios bien seleccionados, bien ejecutados y con una buena progresión adecuada, tiene más que suficiente para ver resultados reales y, además, en poquísimo tiempo.

Lo importante no es hacer más, es hacer lo que toca y, sobre todo, hacerlo bien.

El tercer punto sería incorporar ejercicios de pleometría, saltos.

Y esto, para mí, es una de las joyas escondidas que muchísimos corredores no están aprovechando.

¿Por qué? Por miedo.

Porque tener fuerza no es suficiente si no sabes luego cómo transformarla en velocidad y en reactividad.

Y ahí es donde entra en juego la pleometría.

La pleometría es el puente entre la fuerza que generamos en el gimnasio moviendo hierros y la capacidad de aplicarla luego en el gesto específico.