2x08. Matrona experta: Parir en casa es completamente seguro. 2rw5i

La inmovilización de la mujer en el parto genera registros patológicos que generan que estés muy encima, que generan que intervengas más y bueno, es una cascada de intervenciones.

Un parto es un proceso fisiológico que hacen las mujeres como algo que forma parte de su vida, pero deberíamos intervenir lo menos posible, o sea, que esos procesos sucedan solos.

Y una vez que sí que tienes que hacer esa intervención, acompañar a esa mujer con cariño, con amor, están haciendo su bebé.

Vamos a hablar ahora de parto en casa.

¿Es seguro el parto en casa? No estamos para intervenir sí o sí, ni para acelerar, ni cuanto antes mejor.

Estamos solos por si acaso.

Claro que es violencia obstétrica istrar prostaglandinas u oxitocinas sin informar a la mujer de lo que está pasando.

Lo que no puede ser es que te interesen los datos para una cosa...

Claro, y no para otra.

Hace 50, 60 años veíamos parir a otras mujeres y muchísimas mujeres cuando les tocaba parir ya habían visto parto, pero realmente ahora no vemos partos, entonces es muy duro pensar, es que no sé lo que me voy a encontrar.

La violencia obstétrica no es un caso aislado, sino una realidad que sigue marcando los partos de muchas mujeres, llenando de miedo un proceso que debería ser respetado y acompañado.

La medicalización innecesaria, la falta de escucha a las madres y la ausencia de matronas como principales referentes impactan en la experiencia del parto y el posparto.

En este episodio de Salud Hormonal Podcast, hablamos con Naza Olivera sobre cómo recuperar el poder sobre nuestros propios partos.

Bienvenida Naza, ¿cómo estás? Muy bien, muy contenta de estar aquí contigo, a hablar de este tema que nos gusta y nos apasiona.

Que has hablado 5.000 veces, hoy te voy a volver a hacer las mismas preguntas de siempre, pero sigue quedando gente que no se entera.

Sí, es lo que estábamos hablando antes, ahora un poquito, que yo ni me canso de hablar de ello, ni es suficiente lo que hablamos, porque cada día alguien te cuenta una historia que dices no me lo puedo creer, pero cómo puede seguir pasando esto, pero cómo es posible, o sea que hay que seguir hablando de ello, todo lo que haga falta.

Totalmente, además creo que cuando algo te gusta y te ilusiona, yo cuando te escucho hablar, es que en cada podcast o en cada sitio al que vas, te hablas con la misma ilusión, o sea, como si fuera algo que fuera la primera vez que estás verbalizándolo.

Es que es muy vacacional, por un lado, y luego es un tema que nos remueve mucho de mujeres, o sea, es que, ¿qué te voy a contar? O sea, es algo que tocan las mujeres y que tú sientes como una injusticia y que no puedes entender cómo es posible que la sociedad no esté en la calle, poniendo el grito en el cielo por algo así.

Totalmente.

Es muy pasional y te cabrea, yo a veces me cabreo que, vamos, ¿qué haría? Ya, de todo, ¿no? Poco se hace para lo que podíamos hacer.

Poco hacemos, sí.

Totalmente.

Bueno, quiero empezar este episodio hablando de qué es un parto respetado, qué debería ser un parto respetado.

Pues, para mí, un parto respetado es un parto en el que tienes que tener a la mujer en el centro, o sea, la que está pariendo es ella, es su cuerpo, es su bebé, y la tienes que poner por encima de todo, o sea, qué quiere ella, qué necesita, es no hacer absolutamente nada sin hacerla participe, porque incluso aunque tú pienses como profesional que una intervención determinada podría ayudar, podría ir bien, se lo tienes que informar, se lo tienes que explicar, y es ella la que tiene que aceptar.

Entonces, para mí, un parto respetado no es ni el escenario, un parto en casa, casa de partos, hospital, no es un parto en el agua, es un parto en el que es la mujer la que te dice lo que necesita, lo que quiere o lo que no quiere, tú le ofreces.

Oye, mira, pues igual ahora deberíamos...

Ya, pero yo quiero esperar, si no pasa nada, si está todo bien.

Entonces, para mí, un parto respetado es dejar el cuerpo de la mujer y a ella en el centro y permitirle decidir lo que va necesitando.

Y no solo el respetar que sea la mujer la que toma las decisiones o la que dice, venga, vale, pues vamos a probar esto, sino también respetar la fisiología de los partos.

O sea, los partos suceden solos, la mujer se pone de parto y el parto progresa solo, y los interferimos, o sea, interferir es un proceso que funciona, es como ir al baño y una persona que está haciendo caca decirle, ahora para, no, ahora deténlo, es como una cosa ridícula.

O decirle a una persona que va a vomitar, no vomites, frénalo, no vomites ahora porque te voy a explicar yo cómo tienes que vomitar.

Es que es eso, lo que pasa es que no queremos verlo.

Claro, sí, que se pasa de un proceso fisiológico a tocarlo como un proceso de enfermedad o un proceso médico.

Sí.

Entonces, medicalizamos algo que realmente lo que tú dices, además me encanta que hagas el énfasis de que no tienes que parir en casa para tener un parto respetado.

De hecho puede haber una cesárea y que sea un parto respetado.

Sí, de hecho no hay nada más alucinante que una cesárea respetada, porque yo soy una matrona que divulgo e intento buscar mucho el punto del equilibrio.

Yo he trabajado en hospital ocho años, en un paritorio que trabaja bastante bien, muy bien, y realmente hay partos que necesitan una cesárea.

Yo también asisto parto en casa puntualmente, no me dedico plenamente a ello, y alguna vez hemos tenido que hacer un traslado, que en el hospital se intenta que progrese, oxitocina, epidural, lo que haga falta, y al final terminan una cesárea.

Las cesáreas son fundamentales, no van a desaparecer, afortunadamente.