
Descripción de #186. El vino y el sexo 5n734t
En este episodio, exploramos la seductora conexión entre el vino y el deseo, adentrándonos en cómo los aromas, sabores y rituales del vino pueden despertar los sentidos y potenciar la intimidad. Conversaremos sobre cómo ciertas cepas pueden influir en el ambiente, el papel de la psicología del gusto y la importancia de crear momentos sensoriales memorables. Además, analizaremos cómo diferentes culturas han vinculado históricamente el vino con la pasión, el erotismo y la seducción. Prepárate para descubrir cómo una buena copa puede convertirse en el mejor cómplice para encender la chispa. ¡No te pierdas este episodio donde brindamos por el placer en todas sus formas! a2k2k
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Relájate y disfruta con nosotros, Rewind. Bienvenidos.
La sexualidad ha sido interpretada de diferentes maneras, pero no es un rasgo secundario del hombre.
Más bien descubrimos que es un componente esencial de la persona, un modo de ser, de manifestarse, comunicarse con los demás, de sentir, de expresarse y de vivir el amor bueno.
¡Bienvenidos a Rewind! Amigas de Rewind, como pudieron escuchar, hoy tenemos un tema muy bueno, muy interesante, y al mismo tiempo puede ser tabú. De hecho, no puede ser, es tabú, pero si le damos el approach, como aquí mi buen Dani les acaba de decir, yo creo que podemos abarcar muy bien este tema relacionándolo al vino.
¿Cómo están? ¿Cómo están, Edgar? ¡Sí es tabú! Sí, sigue siendo tabú.
Bueno, para los casados no debería. ¡Ni para los solteros! Ah, bueno, perdón. O sea, aquí no podemos decir quién sí, quién no.
Cierto, cierto. O sea, Dan, es una necesidad básica, o al menos así lo entendí, o así me estoy justificando. Es parte.
Exacto. Pero antes que nada, tenemos que advertir, con este tema no es apto para niños menores de 18 años, por favor.
Más 18, más 18. Sí, bueno, más vale, más vale.
Lo vamos a tratar muy delicadamente, pero sí, para que sepan.
Sí, no vamos a ser groseros. No debe ser, ¿no? No, no, no vamos a ser groseros, pero si tienen niños alrededor, pues que, ¿cómo dicen? Se recomienda discreción. Sí, más vale.
¿Qué es eso? La naturaleza de la sexualidad humana, entendida como lo que es humana, no debe de ser vulgar. Para nada.
Al contrario, es, como decíamos al inicio, es parte de nuestra propia identidad.
Si la desvinculamos, deja de ser humana. Claro.
Y si desvinculamos nuestra sexualidad, dejamos de ser humanos, ¿eh? Ojo. Ojo ahí.
Bien intrínseca en uno. O sea, es parte, como alguna vez hoy Dios lo puso ahí, hay que usarlo. Sí, sí, sí.
Ahí está. Claro.
Es un regalo de Dios. Y ustedes se preguntarán, ¿por qué estamos hablando de sexo cuando este es un programa de vino? Porque tiene mucho que ver. Toda la relación.
Todo que ver. Todo. Y ahí les va.
Bueno, la conexión entre el vino y la sexualidad tiene raíces en las antiguas civilizaciones y podemos irnos desde los griegos y romanos, ¿no? Tan así que podemos hablar en las festividades en honor a estos dioses tan conocidos del vino, que es Dionisio para los griegos y Baco para los romanos.
Acuérdate de los bacanales, justo. Exactamente.
Aquí es donde entran los bacanales, que aparte de ser festines gastronómicos, eran también festines... Había mucha carne, pues.
Sí. Claro.
Y de días y días y días. Entonces había demasiado exceso.
Sí. Y bueno, cuando...
Aunque déjame te digo un dato curioso. Si eran bacanales, y sobre todo los griegos, los bacanales ya se vienen mucho más con los romanos, por algo es Baco.
Baco, sí. Pero antes, cuando eran estos griegos, Dionisio era el Dios, hacían estas como... Le llamaban estos como congresos.
Simposios. Simposios, que son como congresos, que sí duraban muchos días, pero el que más, podemos decir, provocaba el deseo de los demás era el que más aguantaba tomar vino sin emborracharse.
Ese es un buen tema. O sea, aquí el tema no es...
Los bacanales eran porque se ponían borrachos y por eso... No.
O sea, inicialmente era el más sensual hacia los demás, era el que podía controlar su consumo de vino.
¿Y por qué los simposios ahora son tan aburridos? Ya sé. Me pregunto yo.
Regresemos a lo griego. Y hablando de griego, hay esta palabra afrodisiaca. Exactamente.
A ver, cuando los griegos y romanos querían aderezar su vida sexual, bebían unos tragos de un líquido llamado satirión, que viene de la palabra griega sátiro, un dios que permitía los excesos sexuales.
De ahí también se deriva que el vino es un afrodisiaco.
El término afrodisiaco viene de Afrodita o Venus para los romanos, la Antigua Roma.
Y esta deidad, esta divinidad femenina griega relacionada con el amor, la fecundidad y la energía primaveral, aprovechando que ahorita estamos...
Por eso mero. Exacto. Ya salieron las flores.
La primavera. Bueno, se suele denominar así cualquier día,
Comentarios de #186. El vino y el sexo 264z1w