🌟 ¿Te Ilusionaste Demasiado? Esto Pasa en las Primeras Citas 💔 1o4w6p

Hola, bienvenido a un nuevo capítulo de cómo resolver tus problemas de pareja.

Si quieres comenzar una relación, mejorar las cosas con tu pareja actual o si lo que quieres es pasar página, aquí vas a encontrar los mejores consejos.

Estás escuchando en emocioteca.com a Mercedes Cobo.

Cuando conoces a alguien, inicias un camino.

Y dependiendo de la pista que elijas, así va a ser tu carrera.

Imagina un campo de atletismo, donde se celebran diferentes carreras.

Pues dependiendo de la pista en la que te pongas, tu trayectoria será de un modo o de otro.

En los comienzos de una relación sucede algo muy parecido.

Al conocer a alguien, te ilusionas desmesuradamente y sin querer acabas de elegir la carrera más arriesgada, en la que tienes todas las papeletas para llevarte una gran decepción.

No es que yo te quiera poner en lo peor.

Mira el caso de Emma.

Ella es una mujer de treinta y tantos años que está deseando tener pareja.

Es una persona muy sociable, buena amiga, generosa, empática, en fin, con muchas cualidades sociales y como persona.

Cuando conoce a Diego, Emma se ilusiona.

Se ven varias veces y todo parece que va bien.

Diego es atento y muestra interés por ella.

La cuestión es que a Emma le cuesta mucho frenar sus ilusiones.

Y con las ganas que tiene de dar con un chico que merezca la pena y quiera una relación formal como la que ella quiere, pues Emma empieza a imaginar el futuro que desea.

Ya se ve en una relación de pareja que funciona, su sueño.

Por eso, en cada detalle en el que Diego no la decepciona, Emma sube sus expectativas.

Hasta que en una cita que él propone, Emma dispara sus ilusiones y comienza a idealizar a Diego.

Sin poder evitarlo, antes de verse, le transmite su interés, enviándole unos audios donde se sincera con Diego y le cuenta la ilusión que le hace que se estén conociendo.

Le confiesa lo a gusto que está cuando están juntos y las ganas que tiene de volver a verle porque parece que se entienden muy bien.

Bueno, Emma se queda a la espera de su cita, pero Diego, horas antes, le dice que no va a poder ser porque ha salido la noche anterior con un amigo.

La cita era por la mañana del día siguiente.

Prudentemente, Emma espera a ver si durante ese día Diego tiene el detalle de volver a escribirla.

Espera unas disculpas, una explicación, incluso una propuesta para una nueva cita.

Pero nada, al otro lado se hace el silencio.

Lo bueno es que esta vez Emma no se precipita y también responde con el silencio.

El objetivo es dar una oportunidad a Diego para tomar la iniciativa.

Emma sabe frenar sus expectativas, pero sinceramente su ilusión se ha ido ya por el desagüe.

Se siente decepcionada.

No entiende cómo el Diego amable y con interés que ella ha conocido ahora no dice nada y se conforma con ese mensaje escueto que le dio pocas horas antes de verse.

Pasan tres días que Emma vive con angustia, dando vueltas en su cabeza sin comprender qué ha sucedido.

Le cuesta no decirle nada, pero sabe que debe esperar.

Quiere comprobar la relación de Diego.

Si tuviera interés en ella al día siguiente, cuando deberían haberse visto, la hubiese dicho algo más.

Pero Emma, aunque está actuando con seguridad, duda de sí misma.

¿Estaré equivocada? ¿Será que Diego no tenía tanto interés como me pareció? ¿Le habré agobiado? Sus pensamientos cada vez son más derrotistas.

Y lo que es peor, cada vez más en la dirección de culparse a ella de la conducta de Diego.

Esto mal, fatal.

¿Qué ha sucedido realmente entre ellos? Bueno, antes de continuar, te recuerdo, cuentas con tu consulta telefónica gratuita.

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