
Descripción de 012 - SECRETOS VATICANOS - PARTE DOCE 1l2g5l
El mundo se fue a la mierda con tanta rapidez que apenas tuvimos tiempo de saber qué estaba pasando. Un devastador virus se liberó en la guerra de Ucrania y se extendió por el resto del planeta. Tuve que matar a mi madre y a mi hermano después de que se convirtieran en animales salvajes hambrientos de carne humana. No recuerdo ni dónde ni cuándo me encontró Manu, acurrucada en posición fetal, esperando la muerte, pero me tendió una mano y me uní a él en una aventura que nos acabó llevando hasta el Vaticano. Allí encontré mi fuerza interior. Allí encontré el amor. Y allí encontré secretos tan aterradores que hicieron que la pandemia que había asolado al mundo se convirtiera en un simple mal sueño. Me llamo Carla, y esta es nuestra historia. eBook: https://www.letraminuscula.com/amz/B0D893CCWW Tapa blanda https://www.letraminuscula.com/amz/B0D8VFFGZW Gracias por escuchar secretos vaticanos. ¿Te está gustando el audio? Puedes apoyar al autor comprando el libro o dejando un comentario positivo en los enlaces. No te llevará más de dos minutos y ayudarás a que más personas puedan disfrutar de esta historia. Muchas gracias. 3v13p
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Tres lo primero que notó alberto según se acercaba al lugar de la batalla fue el olor era un olor insoportable a putrefacción y algo más que no supo identificar alexandra había querido darle un frasquito con un gel que según afirmaba neutralizaba ese tipo de olores pero él en un absurdo intento de hacerse el tipo duro lo había rechazado ahora se arrepentía de ello aunque nunca lo confesaría y se preguntaba cómo ivan y oscar podían soportarlo allí estaban introduciendo cuerpos en el furgón policial como si el hedor no existiese para ellos se metió en un viejo land rover que había formado parte de la barricada y se vistió con el mono desechable que alexandra le había obligado a ponerse después se colocó los guantes y se ajustó una mascarilla tapándose la nariz y la boca alexandra también le había dado unas gafas protectoras pero después de mirarlas como si no supiera qué hacer con ellas se las guardó en el único bolsillo que tenía el mono ahora vienes preguntó iban visiblemente malhumorado mejor tarde que nunca contestó él mirando la interminable cantidad de cuerpos esparcidos por todos los lados como cojones podáis soportar el olor alexandra nos dio un gel que te pones aquí dijo iván señalándose las fosas nasales iba de puta madre alberto puso los ojos en blanco preguntándose por qué siempre tenía que ser tan imbécil cuando tenía una cara bonita delante oscar estaba unos metros más adelante y por una vez estaba trabajando sin que nadie tuviese que estar encima de él levantó un brazo para saludarle y alberto se fijó en que tenía las gafas torcidas y sudaba copiosamente iban hizo un gesto de indiferencia y alberto sacó sus gafas del bolsillo con intención de colocárselas oscar cogió un cuerpo por los brazos y empezó a arrastrarlo hacia el furgón antes de que pudiera hacer nada un brazo sucio y crispado surgió de entre los cadáveres y se aferró al mono de oscar haciendo que éste cayese de espaldas oscar lanzó un grito de terror e intentó revolverse sin conseguirlo del todo allí le esperaba un rostro en franca descomposición le faltaba un ojo y tenía un agujero de podredumbre en la reseca mejilla por donde podían verse las manchas negras de sus dientes oscar sin tiempo de pensar en lo que hacía cogió el brazo de un cadáver cercano y se protegió como pudo con el interponiéndose entre él y la boca del engendró el muerto mordió el brazo y arrancó un buen pedazo de músculo pero le regaló a oscar unos preciosos segundos para apartarse reculando unos pocos centímetros albert no quiso echar mano a su escopeta de cañones recortados pero no la encontró en su lugar habitual se maldijo a sí mismo al recordar que se la había quitado para ponerse el mono de trabajo y se había olvidado de cogerla fue iván el que reaccionó cogió una pala del furgón e imprimiendo una fuerza desproporcionada con sus enormes y musculosos brazos golpeó la cabeza tan violentamente que ésta se desprendió de su cuerpo con un sonido grimorio y voló varios metros hasta estrellarse contra la pared alberto se dio cuenta de que había dejado de respirar y exhaló una bocanada de aire contenido resoplando como una ballena venga a trabajar que no vamos a acabar nunca dijo iban levantando la pala y apoyándose en el hombro dieciseis de abril de dos mil veintisiete uno carlos encajó en su ubicación el primero de los módulos con un sonoro chasquido casi al instante varios indicadores del de control comenzaron a parpadear emitiendo un brillo naranja carlos se acercó para observar los con cierta curiosidad después de unos segundos dejaron de parpadear y tan sólo uno de ellos permaneció encendido lanzando un tétrico resplandor rojo sobre todo lo que le rodeaba carlos apretó los cuatro tornillos que aseguraban el módulo a la estructura metálica y salió a por otra de las baterías las había traído haciendo dos viajes con la misteriosa bici atleta de paseo y ahora una batería descansaba en el suelo y dos en el portabultos de la bici agarró la que estaba en el suelo y entró con ella en la mano cuando terminó de instalar la tercera batería un pequeño monitor que hasta ese momento le había pasado inadvertido se iluminó tenuemente y un cursor parpadeante apareció en la esquina superior izquierda al cabo de varios
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