
Zorra para uno, Santa para los demás. p4 y1l6b
Descripción de Zorra para uno, Santa para los demás. p4 621g3e
Zorra para uno, Santa para los demás parte 4. Luego de coger con mi amante maduro pasamos unos años sin vernos y aquí les relataré lo que sucedió si quieres y gustas aportar al canal puedes arnos por o el pay pal [email protected] paypal.me/relatossex fuente / autor https://www.todorelatos.com/relato/204695/ 6832t
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Gracias por estar en sintonía si aún no estás suscrito te invito a hacerlo y no te pierdas ninguno de nuestros episodios. Ahora así comencemos. Zorra para uno, santa para los demás parte 4. Luego de coger con mi amante maduro pasamos unos años sin vernos y aquí les relataré lo que sucedió. Aún resonaba en mi cabeza mientras viajaba en el colectivo lo que me había dicho anónimo. ¿Será verdad esto que me propone? ¿Realmente será capaz de amar a una mujer con sus dos hijos? ¿Podremos convivir tres personas en su casa o en algún otro lado? Eran demasiadas cosas que debía pensar y que debía tener en cuenta si llegaba a realizarlo.
Pasó un tiempo y un día él me envía un mensaje diciéndome que, hola hermosa, pasó contarte que me contrataron como entrenador de una escuelita de fútbol.
Estoy muy contento. Tal vez todo mejore y si estás al lado mío todo será mucho mejor.
Le respondí me alegro tanto mi amor. Sé que te irá muy bien con ello porque sé que te gusta enseñar y has estado siempre ahí presente en ese club de tu barrio. Te quiero amor.
Pasaron unos seis meses con mensajes, videollamadas y algún audio caliente mutuo para pasar ese tiempo que a pesar que era bueno para la economía de cada uno, era malo porque no nos daba el tiempo para vernos. A mí me habían contratado que de como empleada de una financiera. Tenía largas horas de lunes a viernes y tampoco pasaba mucho tiempo con mis hijos y mi familia. Me daba vergüenza renunciar pero también no podía dedicarle tiempo a los míos. Así que esperé unos meses más y cuando me llegó otra propuesta económica, por menos dinero pero con más tiempo, les avisé y tomaron mi renuncia y fue algo bastante rápido. Disfrutaba nuevamente de lo mío pero aún me faltaba a alguien, pero él no podía hacer lo mismo porque no tenía como yo otra entrada económica a su casa.
Así que nos conformamos con vernos por videollamada o fotos. Así pasó el tiempo, creyendo que podríamos olvidarnos el uno del otro pero no. Aún teníamos esa chispa y esas ganas locas de en algún momento poder volver a concretar. Y así fue. En el 2019 pudimos coincidir de pedir el día como franco y para vernos. El día anterior estaba tan emocionada que guardé en mi mochila unas cremas y lociones para hacer masajes. Siempre me gustó mucho hacer masajes aunque no era profesional. A muchos les había gustado porque no les hacía doler sino que le quitaba un poco las tensiones y el dolor. A la mañana siguiente, mi marido llevó a los niños al colegio y me sentí mucho más aliviada para poder salir más antes y poder estar un rato más con Anónimo.
Me tomé el colectivo e iba más que feliz. Nos encontraríamos en la UNOER ciudad donde nos vimos por primera vez. Llegué allí y no lo veía por ninguna parte y estaba por enviarle un mensaje y siento que alguien por detrás me toca y me doy vuelta cerrando mi puño para defenderme y era él. Oh, por Dios amor, casi me matas del susto. Hola mi hermosa. Me dio un beso en la boca cuánto me alegra saber que te sabes defender si era otra persona. Pues claro, amor, pasan tantas cosas que he aprendido, ¿cómo estás? Más que bien ahora que te veo y vaya. Pero que veo ahí... ¿Qué? ¿Qué tengo? Tienes unas canas aquí, hermosa. MMMMM te hacen ver más. No me digas, no lo había notado. Pues tal vez así no te guste.
No, no, me gusta así mucho. Te ves más hermosa, con más experiencia, con más detalles hermosos que me gusta apreciar tuyo y nos besamos. Nos fuimos caminando hacia el hotel. No había más habitaciones suites así que tomamos una común. Era mucho más sencilla pero aún así yo tenía algo que convertiría en una velada más que especial. Entramos y le dije. Tengo algo especial para vos. ¿Me trajiste un regalo mi reina? No sé si es un regalo pero es algo que te gustará. Saqué de mi mochila la crema y me dijo sonriendo. ¿Pero qué es eso, bebita? Te traje una crema ideal para masajearte y hacerte sentir muy bien. Pero vos me haces bien, no era necesario todo eso. Déjame hacerte un poco y me voy.
Comentarios de Zorra para uno, Santa para los demás. p4 377337