Voces de Metrópolis T2E15 Especial Día del Padre 683wv

Pocas cosas hay en la vida más difíciles que criar bien a un hijo.

De hecho, permitidme rectificar, en realidad no creo que haya nada más difícil.

Y cuando digo criar bien, no me refiero a ofrecerle manutención y verlo crecer, sino inculcarle valores y principios, permitirle que tenga carácter e ideas propias, dotarle de soluciones ante la vida que le espera y, sobre todo, darle alas para volar cuando llegue el momento.

Porque tener hijos no convierte a uno en padre del mismo modo que tener un piano no lo convierte a uno en pianista.

Quizá lo más difícil de comprender para un padre es que sus hijos no son ellos.

Y en la ceguera de querer ser el mejor padre posible, a veces les hacen recorrer el mismo camino que ellos ya transitaron, un sendero modelado de antemano y, en no pocas ocasiones, idéntico al que a su vez heredaron de sus progenitores, es decir, de los abuelos.

Y en este afán de querer asegurar el futuro de sus hijos, olvidan que la mejor forma de que un hijo aprenda es permitiéndoles cometer sus propios errores.

Porque, por suerte o por desgracia, solo así podrán aprender a crear su propio camino, uno modelado conforme a sus sueños, sus aspiraciones, su felicidad y su propia forma de ser.

Pero eso sí, un padre de verdad caminará siempre junto a su hijo.

Logrará usar las mil y una herramientas que le dio desde su niñez para sortear cada escollo y les recordará que, pase lo que pase, su mano siempre estará tendida por si tropieza en el camino.

¡Comienza Voces de Metrópolis! ¡Decimoquinto programa de esta segunda temporada! Un programa que llega viendo pasar un par de ditas desde el día del padre y aprovechando la ocasión, queremos enviaros un fuerte abrazo a todos estos metroyentes que, a la vez, son unos padrazos y animarles a seguir inculcándoles buenos valores a vuestros hijos, como, por ejemplo, que dejen de escuchar reguetón y se pongan a escuchar un buen capítulo de Voces de Metrópolis.

Y, como siempre, pasamos a presentar a los dos contertulios que traen a este padrino por el camino de la amargura.

El primero de ellos...

Hijo de Juan, descendiente de Leonardo, padre de Clara y también de un conejito llamado Miel.

Desde Gandía y Loreto para el mundo...

¡Leonardo Jiménez! Mi experiencia como escritor.

Buenas noches, Sebastián.

¿Qué pasa? ¿Cómo estás? Aquí, yo de juernes.

Con lo cual, un juernes, ¿qué mejor que una cerveza para un juernes? Pues aquí me la tomo con mis dos amigos.

Ahí está.

Bueno, nosotros estamos grabando un juernes, como dice Leonardo, aunque esto se imita a el sábado ver domingo.

¡No rompa la magia, Leonardo! ¡No rompa esa magia! ¡Eh, tío! En diferido.

En riguroso diferido.

Y, en segundo lugar, hijo de Manuel Jacobo, heredero de los tronos de Manuel y Miguel, padre de Eric y Marc, desde Cortadura, Don Jacobo Cortés.

¿Qué pasa? ¿Ya está aquí el buen tiempo? Dios, que cada vez que escucho Cortadura digo, ¿cómo? ¿No me puedes bajar a bañarme? Me pongo...

¿Me entras a mí la Billy Rubina? Ahora va a bañarse con la que está cayendo.

No, hoy es un día muy bueno.

A ver si ya prontito...

Los guiris se están bañando ya.

Eso está claro.

Los guiris se bañan en hielo y esas cosas.

Hay gente muy corga en Islandia, por ahí, arriba.

Y, en último lugar, hijo del Chano de Cádiz, descendiente de Salvador y Antonio, padre de dos perritos llamados Chulo y Tico.

Y como no tengo hijos, pues no me queda otra que mencionar a mis sobrinos y ahijados, Candela, María y Gino, escritor, músico, speaker y con más bigote que vergüenza, un servidor, Sebastián G. Sancho.

Y puesto que se viene un día especialmente marcado en el calendario, o mejor dicho, ya ha pasado ese día, y agradeciendo a nuestro metroyente Israel Chamorro que nos diese esta idea, ir haciendo memoria de todos los buenos recuerdos que visteis junto a vuestra familia.