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Comienza En Torno a la Vida, con la dirección de José Carlos Avellán.

Buenos días, queridos oyentes de Radio María.

Os saluda José Carlos Avellán.

Estás escuchando En Torno a la Vida, aquí, en Radio María, el programa que habla sobre noticias, actualidad, de ciencia, de medicina, de todo lo que tiene que ver con la vida humana, también sobre la salud, también sobre la muerte, sobre la vida, sobre los nacidos, sobre los no nacidos, todo lo que le importa a esta ciencia, a esta disciplina que se llama la bioética, y son temas que escuchas en la calle, que escuchas todos los días, y que realmente tienen mucho interés.

Hoy es nuestro primer programa del nuevo año, por lo cual aprovecho para felicitarte por el Año Nuevo, que sea un año santo, jubilar, que aprovechemos todos, para vivir de una manera más plena nuestra vocación cristiana, desde ese paradigma que dice el Papa Francisco de la esperanza.

Está conmigo hoy, como siempre, el doctor Jesús San Román.

Jesús, feliz año, ya te felicité, pero todavía otra vez, en nuestro primer programa del año, porque la última vez que estuvimos con los oyentes era 2024, era Navidad.

Estamos ahora, efectivamente, en un año para la esperanza, este 2025 va a ser un gran año.

Este año va a ser el de peregrinar en la esperanza, porque el mundo necesita esperanza.

Yo me doy cuenta, Jesús, la gente, ante tantas noticias difíciles, complicadas, lo que necesitan de nosotros los cristianos es que les acerquemos con nuestro testimonio esa paz, esa felicidad y esa esperanza, y ese amor que solo Cristo puede dar a las personas, solamente el Señor, con su encarnación y con su resurrección.

Así que, en un mundo a veces un poco triste, entristecido por tantos eventos, tantas noticias, pues, ciertamente, necesita esta palabra clave de la esperanza.

Y nosotros, aquí, en los micrófonos de Radio María, a través de los distintos programas, estamos siempre en esa tensión de ofrecer criterios, ofrecer ilusión, transmitir todo ese amor, todo lo que podemos, de manera que eso le deseo a nuestros oyentes, que tengan un año santo, además jubileo, año jubilar, año en el que se pueden obtener tantas indulgencias, por gracia del poder de la Iglesia, un año en el que esperemos que la vida humana sea mejor protegida, porque eso es de lo que va nuestro programa.

Sí, sin duda, y además es que esto que comentas de la esperanza, qué bonito es, porque cómo estar integrado en el corazón del hombre, ese afán de felicidad, esa sensación de que estamos llamados a algo mucho más, que nos trasciende a todos nosotros, y qué presente está en ese concepto que tenemos un poco de la persona, los cristianos, ese respeto hacia la dignidad intrínseca propia de lo que somos.

Así que seguimos avanzando, y seguiremos avanzando a lo largo de este año en la defensa de la vida, en la defensa de la persona, seguros y sabiendo que tenemos la victoria asegurada.

Sí, porque esa es la esperanza también, la certeza de que la salvación nos ha llegado, no por nuestros méritos, no porque la mereciéramos, ha llegado porque el Señor quiso encarnarse, y darnos la vida también y la fe para conocer estas verdades.

Y esto es lo que tenemos que ofrecer Jesús en nuestro programa, y así se hacen todos los programas de Radio María, esta emisora que nos acompaña.

Yo doy gracias a todos los oyentes porque con el nuevo año se hayan vuelto a conectar con nosotros y que van a seguir haciéndolo, estoy seguro.

Nosotros hemos preparado nuestro primer programa del año 25 con mucho cariño, y esperamos que os sirvan y que los temas os interesen, y que efectivamente entre todos sigamos protegiendo la vida humana y dando esperanza al mundo.

Bueno Jesús, hoy habíamos preparado el programa y nos salían algunos asuntos muy profundos, muy potentes, muy fuertes, que yo creo que puedan interesar a nuestros oyentes.

Es que los últimos meses del 24 han salido muchas regulaciones.

Hemos encontrado un montón de noticias que creo que es bueno comentar.

Sí, porque ojalá y no fuera necesario regular tantas cosas, ojalá y la gente tuviera un control, y los colectivos y profesionales tuvieran la ética de manera que no hubiera que hacer leyes, ni protocolos, ni regulaciones.