
Bioética y divinización errónea del deseo 6p1h24
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La dignidad de la vida y la persona, la calidad de vida, y los problemas bioéticos relacionados con la «identidad» en un mundo como el de hoy que parece sobrevalorar el «deseo», el «bienestar», etc., que se han comentado en congresos y seminarios de bioética en estos días, con el profesor Rafael Amo (Catedrático en Bioética en la Universidad Pontificia Comillas) y con Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida y responsable de la «Marcha por la Vida» del 23 de marzo en Madrid. Rafael Amo En torno a la vida 12-3-2025 5w3ox
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Comienza Entorno a la Vida, con la dirección de José Carlos Avellán.
Hola, queridos oyentes de Radio María. Os saluda José Carlos Avellán.
Estás escuchando en esta, en la Radio de la Virgen, el programa Entorno a la Vida.
Entorno a la Vida, un programa en el que queremos profundizar, debatir, conversar con expertos sobre los problemas, los riesgos y las amenazas que aquejan a la vida humana, y aquejando a la vida humana, afectando a la vida humana, situaciones que tenemos que afectan también a la persona misma, a la misma identidad de la persona humana, y que son retos que las tecnologías y los nuevos avances científicos presentan para el ser humano.
La evolución de la ciencia y de la tecnología es muy acelerada en este siglo XXI.
Genera un enorme vértigo comprobar los grandes avances de las ciencias, en particular de las biotecnologías, pero también está la inteligencia artificial, también están otras tecnologías de comunicación, etc., que están cambiando nuestra vida.
Están cambiando nuestra forma de ver la vida y de estar en la vida.
Y esto tiene enormes ventajas, sin duda, pero también, como decía, presenta algunos riesgos.
En estos últimos programas de Entorno a la Vida, hemos venido conversando sobre las amenazas que se ciernen sobre la vida humana, que fueron ya anunciadas hace 30 años por San Juan Pablo II, en su encíclica Evangelium Vitae, El Evangelio de la Vida, hablaba sobre la necesidad de contrarrestar los efectos de una cultura de la muerte que ha hecho que las sociedades, especialmente las más avanzadas, hayan banalizado el valor de la vida humana, y que la vida humana se enfrente a amenazas y riesgos ciertos, violencia contra la vida, violencia que es tan antigua como el antiguo testamento, como el asesinato de Abel a manos de su hermano Caín.
Todo ese no matarás, toda esa ley moral que surge, la necesidad de proteger la vida humana, viene desde que el ser humano es ser humano, desde los tiempos más ancestrales que podamos imaginar.
Pero los avances científicos y tecnológicos, y una creciente secularización del mundo, particularmente en Occidente, han provocado, como dice el Papa en Evangelium Vitae, un eclipse del valor de la vida humana.
Y sin embargo, y a pesar de eso, el respeto por la vida exige que la ciencia y la tecnología siempre deben estar al servicio de la persona humana y de su desarrollo integral.
Debemos rechazar las estructuras de pecado que se han instalado en el mundo, con violencia, guerras, etc., y que valoran más la eficiencia y la productividad humana por encima del valor de la persona misma.
Los gobiernos y las instituciones internacionales, lamentablemente, promueven conductas agresivas contra la vida humana, gravemente lesivas, como son el aborto o la eutanasia, de las que hemos hablado en este programa muchas veces.
Y las promueven como si fueran signos de un progreso social o de una falsa libertad, en realidad.
Es una falsa y perversa concepción en la cual la libertad se equipara con un individualismo absoluto.
La verdadera libertad es inherentemente relacional y reconoce que Dios nos ha confiado los unos a los otros y que, por tanto, debemos ir construyendo una nueva cultura de la vida.
Una nueva cultura de la vida.
Las tecnologías, los desarrollos de las ciencias son buenos, los queremos, la Iglesia lo quiere, el ser humano lo necesita, pero no podemos perder de vista que tratamos con personas.
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