Verso a verso 300 especial 4ª parte 5g193h

Muy, muy dulce noche, bienvenidas, bienvenidos a Verso a verso, desde Calipo, Fado, en Casarubios del Monte, Toledo, y desde Castilla, La Mancha, España, Europa y el Mundo, despegamos.

Verso a verso cumple 300 programas. Decir que no pensaba llegar hasta esa cifra sería incierto. De hecho, mi mente lucuraba con los mil, lo cual podría llegar a ser posible, quién sabe, quizás no importe o sí. Creo que da igual, me importa el hecho de haber empezado, quitando miedos y vergüenzas, disfrutando del camino recorrido y el que está por recorrer.

De algún modo, quería celebrarlo y dentro de todas las cosas que se me ocurren para ello, he querido hacer partícipe a todas las personas que me han acompañado estos ocho años, personas que me escuchan, que comparten conmigo poesía o podcast. En definitiva, amigas y amigos que han participado en la lejanía de la soledad. Daros las gracias eternas sería lo más formal y suele cuadrar con mi personalidad, pero se me hace pobre.

Así que os doy un abrazo de vida, que dura hasta que la muerte nos separe.

Un líquido lo mantiene protegido y en estado antigravitatorio, permitiéndole un movimiento continuo y así no permanecer en una misma posición durante mucho tiempo. Aunque hace varios días que ya no puede moverse con tanta facilidad en libertad, es más pequeño. O tal vez él se ha hecho más grande. Lorbrusco y feroz lo empuja con mucha fuerza, abre los ojos como puede, sumergido en este líquido que lo baña y lo sostiene. Entiende muy bien qué está sucediendo, pero las emociones que percibe le angustian, de que es aplastado por las paredes que le rodean y éstas le obligan a ir hacia una dirección hasta ahora desconocida.

El temor invade la criatura, por primera vez no controla la situación y es expulsado de su casa. Empieza a ver una luz que brilla con mucha intensidad al final del túnel. De repente es desprovisto del líquido, que es golpeado por la fuerza de la gravedad y siente como si fuera a caer al vacío. Sus pulmones se llenan de aire por primera vez y nota un malestar que termina convirtiéndose en su primer llanto. Para todos los hijos y hijas, abracemos la vida.