Una mujer educada, José Carlos Ruíz 6tb18

La librería de Bego Beristáin. Hola, ¿qué tal? Bienvenidos, bienvenidas a la librería. La verdad es que es este uno de esos días especiales en los que nuestro invitado viene con una ópera prima, aunque no sea su primer libro publicado, porque tiene una larguísima trayectoria. José Carlos Ruiz, le conocéis porque ha pasado en otras ocasiones por aquí, es filósofo y ha publicado un montón de libros, alguno de ellos multipremiado y multivendido como El arte de pensar y luego, bueno, pues tiene De Platón a Batman, Manual para educar con sabiduría y valores, El arte de pensar para niños. Entonces decís, ¿cómo dices que esta es su ópera prima? Bueno, es su primera novela y yo creo que le ha tenido que costar mucho idear esta primera novela, una primera novela que os confieso que a mí me tiene encogida, porque estoy conociéndole a Eva y cuanto más le conozco, más quiero conocerle, más quiero saber de ella. Vamos a saludarle a José Carlos Ruiz. ¿Qué tal, José Carlos? Bienvenido. Hola, Begoña, bien hallado, me ha dado un placer acompañar a tus oyentes y a ti en este ratito y me alegro, me alegro que hayas dicho esto de que te tiene compugida, porque a mí me tuvo igual dos años y medio, fue terrible, dos años y medio de trabajo muy denso, muy metódico y sí es verdad que mi primera novela publicada, pero no la primera escrita.

Tengo en el cajón, hice una a los 25 años, otra a los 28, las mandé a todas las editoriales que te puedas imaginar y recibí todos los noes correspondientes. Entonces, bueno, ya me dediqué a la tesis doctoral, de ahí sé que los ensayos que fueron muy bien, pero la pulsión narrativa de ficción la he tenido desde el inicio. Luego hice literatura infantil, que tengo cuentos publicados, o sea que en realidad tengo una necesidad de narrar. Es verdad que me ha ido muy bien con la parte del ensayo, pero bueno, este ya era un debe, tenía un debe ahí puesto, que ya me lo he quitado de encima y como tú bien dices, me ha costado, me ha costado mucho. Claro, es que una mujer educada es una novela, pero también tiene su parte de ensayo, porque ha conseguido introducirnos muchos conceptos y conceptos filosóficos e interpretaciones a través de la vida de Eva. Decía yo que Eva es una mujer que me tiene confundida, que sabemos cuál es su final, pero mientras tanto empieza a dejarnos un montón de enseñanzas.

Enseñanzas que Eva le quiere dejar a su hija Lucía y que llegan a través de unas conversaciones con un cuidador. Bueno, lo he explicado yo muy rápidamente, pero quiero que nos lo expliques a José Carlos. Básicamente es esto, la novela parte de una situación biográfica muy común y es que tienes que hacer la flor de tu vida, como le pasa a Eva, que es una catedrática de filosofía de universidad brillante y toda su vida ha tenido dos obsesiones, lograr la cátedra, que lo logra con 40 años y ser madre, ya está. O sea, toda la vida de una mujer la tenía enfocada a esas dos metas y las consigue porque es madre con 41 años. ¿Qué es lo que sucede? Que la vida no entiende de planes. A los 43, que es como comienza la novela, le diagnostica un cáncer terminal y toda su preocupación es qué imagen puedo legar a mi hija, qué imagen de mí puedo, de alguna manera, pergeñar para que cuando ella se acceda a esa imagen conozca a su madre, porque no va a tener ninguna idea de cómo soy yo. Con 18 meses no va a tener una imagen de mí.

Entonces, los seis meses que le quedan de vida, lo primero que hace es contratar a un cuidador, que es el narrador de la novela, y ahí va permeando toda la sabiduría que ha adquirido, va intentando dejar el legado biográfico de lo que aconteció, como ha sido ella. Vamos conociendo a sus padres también, que interaccionan con ella de una manera muy bonita, muy singular. Y mientras, pues deja pequeñas cartas, muy pequeñitas, de cuatro o cinco páginas, haciendo un homenaje a Zeneca y a las cartas Lucidio, de la sabiduría que ella cree que es importante para que le acompañe a su hija el día de mañana. En realidad es un tema existencial, casi. Yo me lo planté porque tengo ya amigas que están en esa situación, para hacer el trabajo de campo he entrevistado a 22 mujeres, cuatro de ellas moribundas, es decir, sabían que iban a morir, y luego muchas de las mujeres que he entrevistado eran madres solteras, que habían decidido ser madres por inseminación, y su preocupación existencial es qué sería de mi hijo o de mi hijo si muero ahora, porque no tiene padre, porque mis padres son viejos, no se pueden encargar de la niña si se queda huérfana, y esto acompaña en el momento contemporáneo a más gente de la que yo pensaba, y a partir de ahí pensé que la mejor manera de negociar...