La novia de la paz, Rosario Raro 1873c

La librería de Bego Beristáin.

Hola, ¿qué tal? Bienvenidas, bienvenidos.

Hoy tenemos la suerte de volver a hablar con Rosario Raro.

Siempre es un placer charlar con ella y hoy todavía más, porque vamos a hablar con ella de la Novia de la Paz, la novela con la que Rosario Raro se ha llevado el Premio Azorín de Novela 2025.

Y como le tenemos mucho cariño a Rosario, lo primero que hacemos es darle la enhorabuena.

Rosario Raro, ¿qué tal? Bienvenida.

Pues muchísimas gracias, Begoña.

Pero la enhorabuena te la tengo que dar yo también así, por haber completado la Maratón de Boston.

Gracias.

Que sepan todos los oyentes de la librería que creo que ya somos unos 150.000, nada menos.

Por ahí andamos, por ahí andamos.

Nada menos.

Y con esta maratón creo que tienes ya todas las mayos, ¿no? Todas, completado, completado el circuito.

Te agradezco mucho que tú también me felicites por esto.

O sea, que estamos las dos de enhorabuena, Rosario.

Pues sí, sí, esto tenemos que celebrarlo.

Y aquí en Bilbao hay muy buenos sitios para eso.

Pues fíjate, Rosario, yo empecé el Reto de las Mayos en 2017 y tú empezaste a escribir La Novia de la Paz en 2018.

Sí, sí.

Porque además esta novela me daba mucha tranquilidad tenerla porque era como mi as en la manga, ¿no? Y mientras tanto, como tú sabes, pues publiqué El cielo sobre Canfrán, prohibida en Normandía.

Y esta se la había dado a leer a cinco personas que además no se conocen entre ellas y me habían dicho que la guardara para un premio.

Y no sé, yo no me lo había planteado.

De hecho, mis cinco novelas anteriores no las había presentado nunca a un concurso.

Y en este caso, pues me animé.

Y la verdad es que estoy muy contenta por varios motivos.

Porque el premio Azodín supone un prestigio innegable, ¿no? Luego los premios también nos traen nuevos lectores, que es lo mejor que nos puede pasar porque hay personas que entran en las librerías y si ven que una novela ha sido premiada, eso ya lo interpretan como un filtro, ¿no? De alguna forma.

Pero sobre todo, lo que más me ha gustado de esta situación ha sido los cientos de mensajes de cariño que he recibido por todos los medios posibles y las personas que me han dicho, que ha sido la frase más repetida, que se les saltaron las lágrimas de alegría al conocer la noticia.

Y no sé, que lo hayan vivido así, bueno, a mí me ha dado un subidón parecido al que tú debes tener en estos momentos.

Oye, Rosario, tengo una curiosidad.

Esos cinco lectores cero, los eliges tú, los elige la editorial.

¿Cómo llega la novela a estos primeros lectores? A ver, ellos forman parte de mi trabajo previo y absolutamente personal.

O sea, son personas que, bueno, además de que nos llevamos bien y todo eso, pero no es lo que priorizo.

Son personas muy exigentes, nada complacientes, porque claro, a los autores, a la autora en este caso, lo que no nos ayuda nada es que alguien nos diga «Ah, pues sí, pues está muy bien, pues me ha gustado».

Claro, queremos que nos digan lo que no acaba de cuadrar, lo que habría que ajustar, qué resulta in verosímil.

Cuestiones de ese tipo que nos ayuden a ajustar la novela de tal forma que funcione como un artefacto de ficción y que consiga conmover al lector, que no pueda dejar de pasar páginas.

Y claro, para eso tiene que haber mucho trabajo previo y luego posterior, porque tú sabes que en las películas siempre salen escritores que no pueden escribir y que arrancaban la página de la máquina y que lanzaban la bola a una papelera o que luego ponían la palabra fin y la mandaban a la editorial.

Yo digo que cuando llegamos a la última página es cuando empieza el trabajo de verdad, cuando ha acabado ya la parte creativa y empezamos a medirnos con nosotros mismos y tiene mucho que ver con…