
Un toque de Jesús | Damián Escobar 1g5c36
Descripción de Un toque de Jesús | Damián Escobar 6g593v
Hay momentos por los que pasamos en la vida que, por diversas circunstancias, no son agradables. Son aquellos en los que nos ha visitado una enfermedad, una mala situación económica, una pérdida de trabajo, etc, y que su tiempo de duración se han alargado más allá de lo que hubiéramos deseado. A muchas personas, esta situación les ha provocado un estado de cansancio que los ha llevado a tocar fondo, a decir que no pueden más, y han tratado de buscar desesperadamente algún tipo de ayuda que les sacara de la situación. Contrariamente a quienes no saben dónde encontrar la solución a su mala situación por la que está pasando, los creyentes sí sabemos a quién acudir en busca de ayuda, a Jesús. Sólo necesitamos recibir un toque suyo y todo cambia en nuestra vida y en derredor nuestro. Lo único que debemos hacer es tener la misma actitud que Jairo y una mujer enferma crónicamente tuvieron al acercarse al Señor, una actitud humilde y dispuesta a pagar cualquier precio personal. 26i3x
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Esta mañana y vamos a leer en el Evangelio de Marcos, en el capítulo 5. Y ahí estamos, vamos a estar leyendo a partir del versículo 21. Hoy estaremos tomando pues un ejemplo, ¿verdad? O estaremos dando un vistazo a ese pasaje donde encontramos a dos personajes, dos personas que justamente lo que estamos diciendo, se acercaron a Jesús porque tenían una petición, había una situación que querían subsanar, querían arreglar y ¿quién mejor que Jesús para hacerlo, verdad? Capítulo 5 del Evangelio de Marcos, verso 21 en adelante, leemos así, hablando acerca de Jairo y de aquella mujer que tocó el manto de Jesús. Dice, pasando, verso 21, pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud y él estaba junto al mar y vino uno de los principales de la sinagoga llamado Jairo y luego que le vio se postró a sus pies y le rogaba mucho diciendo, mi hija está agonizando, ven y pon las manos sobre ella para que sea salva y vivirá.
Fue pues con él y le seguía una gran multitud y le apretaban, pero una mujer que desde hacía 12 años padecía de flujo de sangre y había sufrido mucho de muchos médicos y gastado todo lo que tenía y nada había aprovechado, antes le iba como peor. Cuando oyó hablar de Jesús vino por detrás de entre la multitud y tocó su manto porque decía, si tocaré tan solamente su manto seré salva y enseguida la fuente de su sangre se secó y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. Luego Jesús conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud dijo, ¿quién ha tocado mis vestidos? Sus discípulos le dijeron, ¿ves que la multitud te aprieta y dices quién me ha tocado? Pero él miraba alrededor para ver quién había hecho esto.
Entonces la mujer temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él y le dijo toda la verdad y él le dijo, hija tu fe te ha hecho salva, ve en paz y queda sana de tu azote. Mientras él aún hablaba vinieron de casa del principal de la sinagoga diciendo, tu hija ha muerto, ¿para qué molestas más al maestro? Pero Jesús luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga, no temas, cree solamente y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo y Juan, hermano de Jacobo. Y vino a casa del principal de la sinagoga y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho y entrando les dijo, ¿por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta sino duerme y se burlaban de él, más él echando fuera a todos tomó al padre y a la madre de la niña y a los que estaban con él y entró donde estaba la niña y tomando la mano de la niña le dijo, talita cumi, que traducido es, niña a ti te digo, levántate.
Y luego la niña se levantó y andaba pues tenía 12 años y se espantaron grandemente, amén. Bendita sea la palabra del Señor y bendito su nombre por las maravillas, el poder y su obra, amén. Ese mismo Señor sigue estando esta mañana aquí, amén. Jesús está en medio de nosotros, ¿cuántos saben que Él está en medio de nosotros? No necesitamos correr mucho, no necesitamos hacer una gran caminata para venir hoy delante de Jesús y presentarle nuestras vidas y si hay alguna necesidad estamos seguros que Él está presto para responder. Tenemos aquí un relato y hoy hablamos acerca de un toque de Jesús y es que un toque de Jesús lo cambia todo.
Un toque de Jesús cambia la vida física, un toque de Jesús cambia la vida emocional, un toque de Jesús cambia la vida familiar, un toque de Jesús cambia la vida social.
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