UN CURSO DE AMOR - TSP.09. Morar en la Casa de la Verdad (1 a 7 de 7) 3tu33

Esta conferencia comenzará a grabarse". Bien, pues vamos a dar comienzo a una nueva sesión de comentarios a un curso de amor. Estamos en el libro segundo, el libro de los tratados, estamos viendo el tercer tratado, un tratado sobre el ser personal y dentro de este tercer tratado pues vamos a dar comienzo con el capítulo 9, morar en la casa de la verdad.

En este tercer tratado, el tratado sobre ser personal, más o menos Jesús nos ha estado diciendo que cuando descendimos a los bajos niveles de experiencia de la limitación, interpretamos que nuestro ser personal era el ser egoico, olvidamos que nuestro ser personal es el ser verdadero, con lo cual comenzamos a realizar una representación falsa. En vez de representar a quienes éramos en realidad, representamos a un personaje que surgió de las inclemencias extraordinarias de la fuerte limitación de la experiencia humana y de este escenario.

Y nos va contando cómo tenemos que reconocer que eso ha sido así, desmontar la creencia de que nuestro ser personal es el ser humano egoico y comenzar a representar otra vez nuestro ser personal como nuestro ser verdadero, como el humano divino, como el Cristo en nosotros. Bien, en el capítulo anterior, un capítulo que yo creo que es extraordinario en lo que es todo el conjunto de un curso de amor de los tres libros, en este capítulo 8 que se llama La casa de la verdad, Jesús introdujo una cuestión muy interesante y era que nosotros los estudiantes de espiritualidad aún vivimos en el mundo de la ilusión porque aún valoramos la ilusión. Eso le dice Jesús en esta forma muy particular de contarlo como morar en la casa de la ilusión y que hemos tenido fuertes resistencias a abandonar la casa de la ilusión, es decir, a dejar de valorar el mundo de la ilusión y pasar al mundo de la verdad.

Hemos tenido fuertes resistencias a ello debido a nivel mental al pensamiento egoico y a nivel emocional a la amargura y nos ha descrito la amargura como aquello que nos ha generado desesperanza y la desesperanza es lo que nos ha desmotivado ni siquiera para plantearnos que estábamos viviendo una ficción. Bien, Jesús de esta manera nos ha descrito qué es la casa de la verdad a estos efectos, que es por fin tomar la decisión de valorar solamente la verdad y no la ilusión.

La verdad, por supuesto, pues es lo que somos en realidad y la aplicación práctica de la verdad en esta experiencia humana sería aquello que nos produce paz, dicha y gozo profundos, estables y duraderos, como una forma indirecta de describirla para no empezar a describir pues todos esos conceptos espirituales que sustentan esa aplicación práctica de la verdad.

Y ahora, en el capítulo 9, continúa Jesús diciendo cómo podemos empezar a morar, a vivir en esa casa de la verdad, que es abandonar definitivamente la ilusión y empezar a representar puramente a quienes somos en realidad. Y lo dice, leyendo el último punto del capítulo anterior, el capítulo 8, dice así, no hay una parte de ti que siempre ha sabido que el sufrimiento no tiene por qué existir, sufrimiento derivado de optar por el sufrimiento, debido a la amargura, debido a la desesperanza, aunque has aceptado que existe, no hay una parte de ti que siempre ha sabido que el sufrimiento no tiene por qué existir, aunque has aceptado que existe, pongamos fin ahora a esta aceptación de que el sufrimiento existe a través del nacimiento de una nueva idea. Y esto enlaza un poco con lo que