UN CURSO DE AMOR - TSP.07. La explosión de las creencias (1 a 10 de 10) 2t4q3a

Esta conferencia comenzará a grabarse. Bien, pues vamos a dar comienzo a una nueva sesión de comentarios a un curso de amor. Estamos con el libro segundo, el libro de los tratados y estamos con el tercer tratado, el tratado sobre el ser personal. Hemos estado viendo unas pocas lecciones en este tratado del ser personal y vamos a hacer un pues un poco de balance de lo que hemos estado viendo. El capítulo 1 de este tercer tratado era representación verdadera y representación falsa.

Aquí nos explicaba Jesús el que nosotros podíamos haber representado aquí al espíritu, que era la intención inicial, pero lo extremo de la limitación y de las condiciones del escenario nos llevaron a representar una falsedad y a creernos que esa falsedad era la realidad. El propósito de la representación era el capítulo 2 en el que Jesús nos sigue dando aquí pautas para entender qué es lo que hemos hecho y qué es lo que estamos haciendo aquí.

El capítulo 3 es el ser verdadero, que era lo que teníamos que haber representado aquí, lo que vinimos a representar, lo que empezamos a representar y lo que olvidamos y lo que tenemos que recordar, que representar otra vez el ser verdadero. El capítulo 4 era el desmantelamiento de la ilusión, cosa que Jesús dice que a estas alturas la ilusión la tenemos completamente desmantelada, es decir, que el estudiante de espiritualidad que ha llegado en un curso de amor hasta aquí ya sabe lo que es falso y lo que no lo es y ahora sólo le queda manifestarlo, manifestarlo, que no es poco pero la ilusión está desmantelada.

El capítulo 5, el propósito original, pues sigue ahondando en cuál es el propósito de la experiencia del espíritu en general y en particular esta concreta de la dualidad y en particular aquí en este nivel físico-material y en particular aquí en este escenario tierra. El propósito original es reconocerte, expresarte y representar quién eres en realidad. Y el capítulo 6, el último que hemos visto, es el deseo de recompensa en el que Jesús nos introduce el concepto de la amargura.

Dado lo extremo de la experiencia que estamos viviendo, de la experiencia humana, nosotros guardamos, mantenemos un atisbo, incluso los estudiantes de espiritualidad mantenemos un atisbo del nivel de conciencia de supervivencia y pensamos que estamos aquí para recibir recompensas por lo que hacemos, si lo hacemos bien, si no lo hacemos bien, y esto es algo que dice Jesús que nos lleva a la amargura porque no las recibimos conforme a nuestras expectativas y nuestras expectativas proceden de esa sensación, vamos a hablar en términos de un curso de milagros, de profunda carencia y necesidad, por la cual guardamos todavía residuos en nuestra mentalidad, residuos energéticos de la mentalidad de supervivencia y entonces esto nos genera una cierta amargura vital por comparación con los demás.

Decía Jesús en este capítulo sexto de este tercer tratado sobre el ser personal que mientras no nos liberemos de la amargura no vamos a poder seguir avanzando y este es el punto en el cual comenzamos el capítulo 7 que es el capítulo de hoy, que es un capítulo cortito pero es un peldaño más en las explicaciones que nos va dando Jesús para que entendamos cuál es el proceso en el que tenemos que ir deshaciendo la madeja errónea para poder finalmente poder representar a quienes somos aquí al ser verdadero el cual estamos