Los tiempos de Dios - Nueva Vida 3f5q2s

Ven a vivir un tiempo de Dios con nosotros.

Es un tiempo actual.

Dios te va a hablar.

Dios quiere actuar.

Dios quiere revelarte cosas.

Dios quiere instruirte.

Dios quiere extender su mano a ese pozo donde usted se encuentra, a esta oscuridad.

Quiere alcanzarte y sacarte a su luz.

Es un tiempo de Dios.

No lo pierdes.

Los tiempos de Dios.

Vamos a descubrirlos.

Lo más importante, vamos a vivir uno de ellos en ese momento.

Un Kairos, un tiempo de Dios actual.

¿Dónde consideras que está Dios en ese momento? ¿Dónde está? Está lejos, está cerca.

Puedes imaginar que toda la iglesia militante, victoriosa, purgante, todos estamos viviendo el mismito momento.

Todos los ángeles en el cielo, todos los santos están alrededor del Cordero.

Los están alabando, están en su presencia.

La Virgen Santísima está intercediendo a sus pies.

Todos están esperando ese momento para actuar en tu vida.

Si reconozcamos la importancia que es de estar en ese momento, de no estar atrapados en el pasado, de no estar proyectando demasiado hacia el futuro, de detenernos, de sentarnos, y de reconocer, este es un Kairos, un tiempo de Dios.

No sé si ustedes aprecian lo suficiente lo que es María Visión.

Somos de los pocos canales en el mundo que se transmite casi todo en vivo.

¿Sabe lo que es eso? Tenemos por medio de la tecnología, tanto internet, como live stream, como los apps, como la televisión, en todos los países del continente de América, de España y más allá.

Tenemos la oportunidad de sentarnos, de unirnos en la fe, de creer y de pedir a Dios ese milagro.

Es un milagro de estar juntos en el mismo tiempo de Dios.

Vamos a aprovecharlo, ¿qué te parece? En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Te damos gracias, Padre, por tu infinita paciencia, por tu paciencia con nosotros, con nuestra oscuridad, con nuestra manera de despreciar, de desperdiciar el tiempo, de no reconocer la importancia que es estar en tu presencia siempre, viviendo tus tiempos de acuerdo a tu voluntad.

Te pido, Padre, por un milagro, que me inspire las palabras adecuadas para llegar al corazón de cada uno que va a escuchar este mensaje, que al escucharlo, sus ojos se van a abrir, van a entender, van a comprender la importancia del cambio.

Y por obra del Espíritu Santo, por los méritos de tu Hijo, de su sangre derramada, te pido, Señor, que nos unifices una vez más en la iglesia, en tu corazón.

Abre nuestros ojos para que comprendamos que estamos viviendo un tiempo de Dios en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Vamos a iniciar.

Abre conmigo la palabra de Dios y vamos a comenzar a meditar acerca de los tiempos de Dios.

¿Qué quiere decir eso? ¿Será que Dios tiene otra manera de ver el tiempo? ¿Será que Dios tiene otro valor para cada minuto, cada hora, cada año, cada década, cada siglo? ¿Será que Dios sabe lo que está haciendo? ¿Será que Él conoce más que usted lo que conviene para este momento en toda la historia de toda la humanidad? ¿Será que Dios hace todo bien? ¿Será que todo lo que Él hace es perfecto? ¿Será que ni un solo segundo está fuera de orden? O sea, Él está esperando.

Se detiene su mano.

Quisiera Él seguramente venir y llevarnos con Él y se detiene porque aún nos está dando más tiempo.

Es el regalo del tiempo.

Vamos a meditar eso.