Tendencias del pensamiento emergente: miradas filosóficas ante nuevos retos morales y políticos 1665w

Buenas tardes y bienvenidos a todos a esta segunda sesión del ciclo que el Colegio Libre de Méritos realiza.

Este es el segundo año, siguiendo una tradición que antes teníamos en la Fundación de Liberar con la Fundación Arexis.

Ni qué decir tiene que mis primeras palabras son de agradecimiento a la Fundación que patrocina y organiza y nos acoge este evento y especialmente a la persona de don Raimundo Pérez Hernández y Torra, viejo amigo, con el cual lo organizamos estrechamente unidos.

El día de hoy vamos a presentar o se va a presentar un tema particularmente importante que forma parte de dos sesiones o va a tener dos sesiones.

Esta es la primera que habla de la influencia que tiene el pensamiento emergente actual en la organización social.

Y tendrá una segunda parte que se dará aproximadamente en el mes de mayo sobre la influencia que dicho pensamiento emergente tiene sobre la evolución de la ciencia.

El que modera la sesión es el profesor Félix Ovejero, profesor de la Universidad de Barcelona, que se encargará de presentar a sus dos compañeros y seguro que lo hará con más conocimiento y con más eficacia de lo que yo lo pueda hacer.

Y nada más. Bienvenido de nuevo. De nuevo agradecimiento a la Fundación por su acogida y por su patrocinio.

Y tiene la palabra Félix Ovejero.

Hola, queridos amigos. Me siento muy bien acogido y además conmovido porque yo creía que esto de la filosofía no le interesaba a nadie.

Cosa que está más que justificada. Más que presentar a ellos en particular, voy a presentar el género que ellos cultivan y que yo intento imitar porque son dos estrellas del firmamento filosófico español. Y se lo digo sinceramente.

Para muchos de ustedes la filosofía es un género oscuro. Les voy a citar una mujer de mucho éxito en estos negociados.

Y luego, si pueden, me descifran lo que quiere decir. Dice, el peso de una explicación estructuralista en que se entiende que el capital estructura las relaciones sociales de una forma relativamente homóloga a una idea de hegemonía en que las relaciones de poder están sometidas a la repetición, la convergencia y la reformulación suscitó la cuestión de la temporalidad en el pensamiento de la estructura y marcó un cambio.

En fin, no sigo porque no me llega el aliento. Pero cuando uno lee estas cosas se acuerda de aquella anécdota de Lorca que escuchó un verso de Rubendarío que decía que pobres canéforas te ofenden en la canto.

Y entonces Lorca levantado decía, por favor, lo repite que solo he entendido el qué.

Algo parecido sucede con cierto género filosófico. Frente a ese estilo opaco, ellos, y yo también lo intento, tratamos de cultivar un género más preciso, más hacer explícitos los argumentos, definir el uso de las palabras.

Bueno, lo recoge muy bien un chiste. Es un chiste de filósofos, así que les pido compasivamente que rían, aunque generalmente ya sabemos que tenemos poca gracia.

Pero aquí va un matemático, un astrofísico y un físico por Edimburgo, ¿no? Entonces el astrofísico, que es así el más ampuloso y son científicos finalmente, mira y dice, caramba, las ovejas por aquí son negras. Mira por la ventana.

Después va el físico y dice, no, no, lo más que puede decir es que aquí en Escocia hay algunas ovejas negras.

Entonces el matemático dice, no, no, por favor, lo único que puedes decir es que hay unas ovejas al menos, uno de cuyos lados es negro. Cierta precisión en la limpieza de los razonamientos.

Y procuran tener eso que decía Ortega de la claridad, que es la cortesía del filósofo, de mostrar la limpieza de la anatomía de los argumentos.

Y en eso ellos lo hacen y lo hacen muy bien, ¿no? Luego, no ese es el único gremio de los filósofos.

Luego hay otros filósofos que se entienden muy bien, ¿no? Decía Einstein, era el único punto de coincidencia con Borg, que decía que hay que escribir con la claridad que se pueda, pero no más de la que uno piensa.

Que a veces en afán de claridad maltratas las ideas, ¿no? Y hay unas variantes de Pablo Coelho que abundan en los periódicos en donde el filósofo cuenta los males del mundo y acaba en una jeremiada diciendo bueno, pero si la humanidad cambiara y la educación y entonces la gente se vuelve buena.