Teletrabajo (II) 5n4m2x

Centro de Orientación e Información de Empleo de la Universidad de Murcia.

Comprometidos con tu empleabilidad.

Hola a todos y todas. ¿Cómo estáis? Seguimos hablando de desarrollo profesional desde la Universidad de Murcia.

En esta ocasión, y en el marco del taller online del COIGE claves para el teletrabajo, Víctor Campuzano nos asegura que el trabajo remoto supone una alternativa viable si somos capaces de gestionar la comunicación de forma consciente y combinar trabajo asíncrono y síncrono para construir equipos eficientes.

No pierdas detalle e intenta aplicar todos estos valiosos consejos.

Esperamos que te guste. ¡Un saludo! Hola de nuevo, Remote Compi.

¿Sabes si el... y que se pasen todo el día sin hacer nada? Si eso está entre las dos principales razones de negación para el trabajo en remoto por parte de la dirección de las compañías así como menos modernizadas, el... es que los vínculos y las dinámicas de la oficina no se pueden igualar, esa es la otra segunda razón del ranking.

Y la verdad, sinceramente tienen razón.

Lo que ocurre en la oficina no se puede conseguir en el trabajo en remoto.

De la misma manera, lo que ocurre gracias al trabajo en remoto no se puede conseguir en la oficina.

A lo que me refiero es que...

O sea, lo que quiero decir es que no se trata de buscar sustitutos sino alternativas.

No hay un sustituto al marujeo en la máquina de café, eso es imposible, ¿de acuerdo? Y sí, esto puede crear vínculos.

Pero la pregunta es, ¿es la única forma de crear vínculos en el trabajo? Pues eso es la clave.

Entonces ahora que dominas tu productividad personal, que has trabajado en tus skills personales a la hora de comunicar y trabajar y organizarte, pues toca algo igual de importante.

Y es cómo trabajar bien con otras personas que también están trabajando en remoto, en distintas horarias, distintos países, distintas culturas, todo ello sin morir entre reuniones eternas, mensajes incompresibles o problemas derivados de la comunicación, etc.

Seguro que alguna vez has pensado, esta reunión podría haber sido un email o vaya tostón de reunión.

Si no te ha pasado, seguro que te pasará antes o después.

Y la verdad es que probablemente sea cierto.

Trabajar en remoto no consiste en replicar la oficina física desde casa, sino en aprovechar la flexibilidad para ser más efectivos.

La realidad es que el trabajo en oficina parece ser más fácil de aprender.

Ya sabes, como diríamos, ande fueres, haz lo que vieres, o no sé si se dice así, o donde vayas, haz lo que veas.

Yo es que, claro, me acordaba de mi abuelo y es más la primera vez.

Bueno, va, seguimos.

A lo que me refiero es que en la oficina parece ser fácil de aprender a comunicar cuándo no interrumpir, cuándo intervenir o cuándo esperar una respuesta.

Parece incluso intuitivo.

Sin embargo, en remoto es totalmente lo contrario.

Es imposible que sea intuitivo porque no estás ahí, no ves.

Entonces esto debe estar pautado.

La gestión de la comunicación es un requisito y dicho sea de paso, un trámite obligatorio.

Es como hacer informes de impuestos.

Es obligatorio, es necesario.

Sabes que si no lo haces, las consecuencias pueden llegar a ser fatales y van a ir a peor, pero nunca sientes que te acerque al objetivo de tu compañía.

De acuerdo, bueno, salvo que seas Hacienda, ¿no? Hacienda somos todos, entonces sí.

Bueno, con la comunicación en el trabajo, cuando es el trabajo en remoto, pues es igual.

Hay que cuidarla y hay que esforzarse de forma consciente y activa en ello.

Hablamos de comunicación escrita, reuniones, tareas, conversaciones en grupos privados, conversaciones individuales, en grupos abiertos, con emoticonos, tareas que se retrasan, razones por las que se han retrasado, logros, celebraciones, problemas, objetivos que no se cumplen, todo ello por escrito o en videoconferencias.

Las videoconferencias, sinceramente, estresan.

La concentración es súper difícil cuando es videoconferencia versus cuando es una reunión en persona porque tienes otro tipo de distracciones y, además, pues no sientes que estás ahí.

Hay muchas distracciones que compiten con esa atención, se limita la comunicación no verbal, hay muchos retos.

La clave está en documentar bien de forma clara y accesible para reducir reuniones innecesarias.

¿La regla? Pues cada reunión debe tener un objetivo claro y generar valor real.

Y, por supuesto, hay que adaptar la comunicación a las personas con las que nos comunicamos, con sus particularidades individuales y también culturales.

Según el Harvard Business Review, en culturas de bajo contexto, como pueden ser Estados Unidos, Alemania, los Países Bajos,