T13 E04 Un árbitro en la cancha de mi vida 1u2c3x

Hoy vamos a nombrar, por así decir, un nuevo árbitro en nuestras vidas, en nuestras relaciones interpersonales.

Todo esto es para ir más a fondo en el misterio de Jesús resucitado y vivir desde ahí, vivir desde cómo se muestra Él, las pautas que encontramos en la Sagrada Escritura.

Esta idea no viene de mí, estaba leyendo a San Pablo en Colosenses 3 del 1 al 17, así que vamos más a fondo, como se llama este podcast, en esto y en varios pasajes más que nos pueden ayudar a hacer vida concreta lo que es vivir desde Jesús resucitado.

San Pablo en esta carta a los colosenses dice muchas cosas, pudiéramos dedicar todo un retiro simplemente a estos párrafos, empieza simplemente invitándonos, si ya han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, aspiren a los bienes de arriba, no los de la tierra.

Y continúa diciendo que nos despojemos del hombre viejo, nos revistamos del hombre nuevo, varias pautas más, les digo muy profundo, muy interesante que pudiéramos profundizar más, pero me voy a detener en esto que en cierto párrafo dice y que la paz de Cristo actúe como árbitro en su corazón.

Ahí me quedé yo poniendo atención, que la paz de Cristo actúe como un árbitro en mi corazón, eso implicaría muchas cosas, simplemente me lo imaginé, ese árbitro, así como en los deportes, a mí en concreto me gusta el fútbol americano, sabemos que el árbitro tiene una serie de reglas por las que ellos se basan, especialmente el fútbol americano tiene tantas reglas tan minuciosas que yo me sé lo general y ya cuando vuela un pañuelo amarillo, pues espero a que diga y explique un poco ahí el árbitro.

Todos hemos visto un juego deportivo y todos hemos pensado a veces árbitro vendido y nos causa sentimientos de enojo y de coraje porque queremos que gane uno y que pierda el otro y tenemos nuestros favoritos.

Pues estos árbitros siempre tienen un parámetro precisamente, un parámetro escrito, algo a lo que se tienen que ceñir y así somos nosotros también, parece que tenemos como una ley interior a la que se tiene que ceñir todas las relaciones interpersonales, todos los eventos que vivimos.

Estoy pensando más en las relaciones con otras personas, amistades, pareja, familia, en este contexto pudiéramos imaginarnos tal cual, imaginarnos ahí en el partido, en medio de la cancha y decir bueno y si ese árbitro en vez de tener esos escritos y esas leyes, esas pautas, esas cosas tan minuciosas en las que reina el ojo por ojo y tú le hiciste así entonces te la regreso y eso no fue justo y entonces tenemos que hacer esto, donde reina la retribución, donde reina la justicia y que no digo que la justicia sea mala, evidentemente no, pero simplemente qué diferencia si pusiéramos ahí a ese árbitro que se rige por la paz de Cristo.

Me imaginé de verdad la paz de Cristo como personificada, qué semblante tendría, qué rostro, qué diría, cómo serían sus gestos, sus palabras y me imaginé ahí, es muy gráfico el pensar en poner un árbitro que es la paz de Cristo personificada en medio de tú y de otra persona, en medio de esa cancha que es la vida, qué resultados tendría, qué resultados habría si en cosas tan sencillas a veces queremos tener la razón y a veces tenemos como un pequeño resentimiento y quisiéramos esa restitución ya no de algo material pero simplemente ese pequeño te lo dije que surge dentro de nosotros, te lo dije, mi visión era la correcta, mi opinión era la más adecuada para resolver esto, pues sí creo que todos nos sale de natural ese pequeño te lo dije o ese pequeño o grande deseo de que si no nos restituyen materialmente por lo menos nos digan a los ojos y nos digan es verdad, tú estabas en lo correcto.

Desde lo pequeño hasta lo grande hay una película en la plataforma de Amazon sobre la vida de el obispo anglicano Desmond Tutu de Forgiven creo que se llama en inglés y es real el obispo Desmond Tutu ganó el premio nobel de la paz después del apartheid en África, a mí me impresionó mucho ver justamente cómo él se pone como un árbitro de la paz de Cristo ahora que leí esto, yo no entiendo cómo podía conservar él la paz y la serenidad en medio de la guerra.