Ser un buen ejemplo 40415m

Muy buenos días, vamos a escuchar, ha llegado el momento de escuchar la Palabra de Dios en esta mañana, en este domingo.

Gracias a Dios que nos permita estar reunidos nuevamente para poder darle la gloria, la honra, para poder escuchar un poco de su mensaje en esta mañana.

Vamos a disponer de nuestros corazones, nuestras mentes, para escuchar el mensaje del día de hoy.

Recuerden poner sus celulares en modo avión, si no lo han hecho, en modo silencio, para que no tengamos interrupciones.

Antes de comenzar, acompáñenme a hacer una oración, por favor.

Señor bendito Padre nuestro, te agradecemos Señor por este nuevo día que nos da, Señor, gracias por este nuevo inicio de semana que nos permite estar aquí reunidos nuevamente, Señor, para darte la gloria, la honra, Señor.

Gracias por los cantos que nos permitiste entonar en esta mañana, por ser partícipes de la cena, la ofrenda.

Y ahora prepara nuestros corazones, Señor, para poder escuchar este mensaje tuyo, Señor.

Pon las palabras en mi boca para poder redicar tu mensaje de una forma correcta, Señor, y que podamos salir edificados en esta mañana.

Te agradecemos por todo lo que nos das, por tus bendiciones que nos das siempre, Señor, y gracias por todo, Señor.

En el nombre de Jesús, amén.

Muy buenos días, ¿cómo están? Bien, gracias a Dios, todos felices, contentos de estar aquí en esta mañana.

El mensaje del día de hoy lo titulé como la importancia de dar un buen testimonio, de ser un buen ejemplo.

Un testimonio es una declaración de conocimiento que emite una persona respecto de una realidad que ha presenciado y que resulta de interés para la resolución de algo que afecta a un tercero.

Normalmente se utilizan juicios cuando los testigos o personas presenciaron los hechos.

Se presentan para declarar la verdad de lo sucedido y puede ser a favor o en contra del acusado.

De manera general es lo que una persona dice desde su punto de vista respecto a un hecho o a una persona, dar testimonio de lo que pasó o de la persona.

A lo largo de nuestra vida vamos realizando cosas, acciones, hechos.

Decimos palabras, frases que las personas escuchan.

Y cuando una persona escucha lo que decimos o ve lo que hacemos, se convierte en testigo de nuestros actos.

Y estamos dando un testimonio a esas personas que nos observan, a los que ven lo que hacemos.

Y depende de nosotros si son buenos o son malos.

Cuando vas a la tienda y tu mamá te mandó a comprar algo, vas a la tienda caminando o como sea y regresas, ha habido testigos de que fuiste a la tienda.

Personas que te vieron ir a la tienda.

Tu mamá sabe que tu fuiste a la tienda o debiste ir a la tienda si es que no fuiste.

La persona que te atendió en la tienda, que te vendió el producto que hayas comprado y tal vez otras personas que te vieron cuando fuiste de camino a la tienda.

Como mencionábamos al inicio, un testimonio.

Esas personas pueden dar testimonio de que tu fuiste a la tienda, tu mamá te mandó a la tienda, la persona que te atendió sabe que estuviste ahí.

Muchas veces, aunque no lo notamos, siempre hay personas que nos ven y observan lo que hacen.

Estamos dando un testimonio con cada acción que realizamos.

En la escuela, en el trabajo, en la casa, en la calle, cuando sales a comprar algo.

Y nosotros no podemos decidir quién observa lo que hacemos.

Pero sí podemos decidir, elegir, qué acciones son las que hacemos, que realizamos, que las demás personas van a ver en nosotros.

Qué decisiones tomamos, las acciones que realizamos.

Generalmente, como individuos, como personas, influimos unos en otros, de alguna manera.

Nuestra vida, hay una frase que dice, nuestra vida habla incluso cuando nuestra boca calla.

Dios nos llama a hablar, a no sólo hablar de Él, sino a vivir una vida conforme a lo que Él quiere para nosotros.

Que los demás vean a Cristo en nuestra vida, en lo que hacemos, no sólo en lo que decimos.

Que seamos un buen ejemplo, que demos testimonio en nuestras vidas, cada día, en cada momento, de obediencia, de amor, de que servimos y obedecemos a Cristo.

Primera carta de Timoteo, capítulo 4, versículo 12, nos dice, Ninguno tenga en poco su juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.

Seamos ejemplos, hermanos, demos un buen testimonio.

La observación constante que tenemos, como mencionaba, cuando sales a comprar algo, hay personas...