
Hechos 27, Dios está en el timón, hay esperanza aunque no haya sol 4n5u5t
Descripción de Hechos 27, Dios está en el timón, hay esperanza aunque no haya sol 2a5u2m
Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos. Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida. Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave. 6b6b31
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Buenos días. ¿Cómo están? ¿Incontentos, felices y resueños? Ay, no tan resueños, eh, los veo serios, serios, serios, serios, ay, hasta me espantan.
¿Cómo están? ¿Incontentos? Ay, qué bueno que estén contentos.
Le damos gracias a Dios por la vida de cada uno de los que estamos aquí.
Le damos gracias a Dios porque en su amor, en su misericordia, en su bondad, nos da la oportunidad de venir y juntos alabarle. Vamos a disponer nuestro corazón para aprender un poquito más de la palabra de Dios. Olvídense de los frijoles. Olvídense de que hay que ir al mercado. Olvídense de que nos esperan allá en la casa. Ahorita lo que tenemos que hacer es, toda nuestra atención debe estar en la palabra de Dios.
Así es que si no han puesto su celular en modo avión, en modo silencio, pónganlo en modo silencio para que no nos hablen por ahí que necesitan algo, un mensaje o lo que sea. Al ratito, ya en una hora, dos, ya que estemos libres, pues ya nos podemos, este, ocupar de las demás cosas. Ahorita nos enfocamos en aprender un poquito más de Dios.
Vamos a ponernos de pie. Vamos a hacer una oración y vamos a pedirle a Dios sabiduría y sobre todo un corazón obediente para hacer lo que Él pide. Vamos a orar. Señor, le invito gracias. Gracias porque eres bueno. Gracias porque nos amas. Gracias porque cada día estás con nosotros, cada día ves por nosotros, cada día cuidas de nosotros. Gracias.
Le rogamos que nos permitas aprender un poquito más de tu palabra en esta mañana. Permítennos estar atentos, olvidar cualquier preocupación, cualquier tema que pueda estar distrayéndonos y que te honremos, te glorifiquemos con nuestra obediencia, que es lo más importante. No sólo que aprendamos, sino que obedezcamos. Ayúdanos a hacerlo y te lo rogamos en el nombre de Jesús. Amén.
Muy bien, tomen asiento. Estamos en el libro de los hechos, así es que vayan al libro de los hechos.
Ya casi lo terminamos, ya vamos al capítulo 27. Hoy nos toca dar una revisada general al capítulo 27.
En el capítulo 26 vimos que Pablo testificó ante el rey Agripa, ¿se acuerdan? Hace ocho días.
Le habla del Evangelio y le pregunta, oye, rey Agripa, ¿crees a los profetas? Yo sé que crees.
¿Y qué le respondió Agripa? Por poco, por poco me persuades a ser cristiano. Ojalá que no tengamos personas como Agripa aquí, de esos de los que por poquito y me hago cristiano. Que se queden en el por poco, porque por poco es lo mismo que nada. Por poco soy salvo, es lo mismo que nada.
En Cristo es necesario que obedezcamos todo. Los que no obedecen el Evangelio se quedan en el por poco.
Y como les dije, el infierno va a estar lleno de personas que se quedaron en el por poco.
Así es que no nos quedemos a un pelito de ser salvos. Hay que obedecer lo que la Biblia dice.
El día de hoy vamos a ver el capítulo 27, que es un capítulo muy interesante. Realmente el capítulo 27 está muy, muy, muy interesante, lleno de acción. Todo libro de hechos es muy interesante, por eso se llama así los actos de los apóstoles o los hechos de los apóstoles, porque son acciones, acciones, y pasa de una acción a otra, a otra, a otra.
Entonces, no vamos a revisar todo el capítulo, versículo por versículo, como a mí me gustaría, me gustaría que fuéramos viendo versículo por versículo, pero no nos daría tiempo, nos tardaríamos un montón de tiempo. Solamente quiero que veamos algunas cosas interesantes. Recordemos que en Hechos 1.8 Jesús les dijo, no se vayan de Jerusalén, quédense ahí hasta que sean revestidos de poder de lo alto.
Y les dice, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Eso es lo que Jesús dijo. Y vemos como Dios va tomando el control para que poco a poco se vaya predicando el Evangelio. Primero dice, me seréis testigos en Jerusalén, y ahí está la iglesia en Jerusalén con los apóstoles y con los convertidos, y no salen de Jerusalén, hasta que viene una persecución por parte de un hombre que se llamaba Saulo de Tarso. Cuando viene esta persecución, todos salen de Jerusalén.
Comentarios de Hechos 27, Dios está en el timón, hay esperanza aunque no haya sol 366c52