El secreto de Marcial, Jorge Fernández Díaz 74e3t

la librería de Bego Beristáin. Hola, qué tal, bienvenidos, bienvenidas. Hoy en la
librería tenemos a un periodista, tenemos a un escritor y tenemos a la persona que
se ha llevado el Premio Nadal 2025. La trayectoria de nuestro invitado hoy
ha sido largamente aclamada con mucho merecimiento, no sólo como
escritor, sino como periodista también. Él es argentino, durante 45 años fue
alternativamente cronista, policial, periodista de investigación, analista
político, jefe de redacción de diarios y revistas y hoy es uno de los
columnistas referenciales de la nación y conductor de Pensándolo Bien, un
programa de radio Mitre. En los últimos años, en los últimos siete años, desde
2018 hasta hoy, ha sido elegido como uno de los periodistas más respetados de la
Argentina y hoy está con nosotros para presentarnos un secreto, el secreto de
Marcial. Yo no sé si con esta novela cierra un círculo, porque su anterior
novela dio un éxito tremendo, se titulaba Mamá, ella se la dedicaba a su madre y
sólo un capítulo estaba dedicado a su padre. No sé si salda cuentas con el
secreto de Marcial, pero se lo vamos a preguntar. Jorge Fernández Díaz, ¿qué tal?
Bienvenido. Bueno, muchísimas gracias, muchas gracias por tu presentación y por
la oportunidad de conversar con ustedes. Yo no sé si he saldado algo, quizás sí,
lo que pasa es que yo pertenezco a una comunidad, que es la comunidad española
en la Argentina, que es inmensa, que es preposcular, porque se están muriendo los
últimos inmigrantes, tienen 90 y pico de años, quedamos sus hijos y sus nietos,
pero es una España de algún modo olvidada, que quedó en el patio de
atrás y que es el fondo de esta novela. Yo sé que exactamente 23 o 24 años,
como lo has contado, un día siguiendo un poco la idea de que mi madre tenía una
buena historia que contar, o por lo menos contarnos a nosotros, a sus
familiares, la entrevisté durante 50 horas y entrevisté también a mi padre.
Mi madre era una matriarca típica del norte de España,
que lo ocupaba todo, que era muy sufriente, que ha vivido una aventura terrible como
inmigrante, desarraigo, de todo, de todo realmente. Y mi padre era mucho más
lacónico y efectivamente había ocupado un capítulo solo de esa crónica.
Pero hace 10 años me rondaba la idea de que había algo con Marcial, que Marcial se había
convertido en un misterio, finalmente había vivido una vida un poco aparte de nuestra
familia y que no creía yo que hubiera sido un personaje tan secundario, que tenía otro tipo de
influencia. Y efectivamente le di cuenta de cuántas cosas mi padre... A ver, mi padre
representa un poco a esa generación de padres que no venían equipados con la
emocionalidad para tratar con sus hijos, por lo tanto tenían
comunicaciones muy defectuosas para hablar de las cosas de la vida con sus propios hijos.
Cuando gané el Nadal recibí un montón de mensajes de la Argentina, de México, de España,
de periodistas, de escritores, de amigos en general y sintomáticamente muchos de ellos me decían
yo tuve también un padre con el cual no me podía comunicar. Mi padre además era un camarero que
tenía poca instrucción, el único lugar referencial que encontró fue un televisor en blanco y negro
que veíamos en Palermo Pobre, en Buenos Aires, donde daban dos sábados las viejas películas
en blanco y negro de Hollywood, del 40, del 60, del 50 también. Y revisando su vida me di cuenta
de cuántas cosas me enseñó a través de esas películas, siendo que lo hacía de una manera
indirecta, él no podía hablar directamente de las cosas, pero podía hablar.