Reflexión de la Noche del 23 de Mayo del 2025. 6r1x5o

Dios te bendiga.

Un abrazo, un abrazo para ti.

No sé por dónde empezar.

Primero, pidiendo al Espíritu Santo que nos acompañe.

Ven, Espíritu de Dios.

Ven, toca nuestro corazón, nuestra vida.

Ven.

Ven, iluminando, ven.

Dirigiendo este mensaje.

Y que llegue donde deba llegar.

Abriendo los corazones, los oídos.

Trayendo sanidad, bendición, libertad.

Ven, Santo Espíritu de Dios.

La Santísima Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Pedimos a la Virgen y también la intercesión de todos los santos.

Que el mundo no nos quita, porque el mundo no nos la da.

Que solo viene de Cristo.

Hijo y Hosana, la familia hosana debe llevar paz, esperanza, alegría, sonrisa.

Cada espacio nuestro, por donde vayamos, debe ser así.

Yo le pido mucha fuerza al Señor.

Estos días alguien me decía, pero Padre, ¿usted cómo hace? Porque, yo estoy confesando, por ejemplo, los domingos, confesaba de siete de la mañana a nueve.

Y luego salía a la misa, en el Monte Tabor.

Ahora, empiezo a las seis y media de la mañana, a veces antes.

Hasta las nueve y media.

Pero nunca termino.

Y son docenas de personas.

Hay tanto dolor.

La gente llega a descargar su peso, bueno, en Cristo, por medio del sacerdote también.

Hay tantas situaciones difíciles.

Entonces me preguntaban, ¿pero usted cómo aguanta? Tanta gente.

Una cantidad de gente antes de la misa, luego la misa, luego despedir a la gente, también una cantidad de cargas.

Y así por el estilo.

Si no ofrece una ayuda del Señor, obviamente sería imposible.

Hay tanto dolor.

Hemos puesto nuestras esperanzas en tantas cosas y personas.

Hay tanta desilusión.

Le pedimos al Señor que nos dé la paz interior.

Tranquilidad, balance.

Llaman por ahí armonía.

Es otra cosa.

En más allá de relajar los músculos, respirar, claro, que eso hace bien.

Pero es que necesitamos encontrarnos con alguien, con nuestro Padre, con la Virgen, con... Es otra realidad.

Todos buscamos un estado distinto, más alto.

Y hay tantas cosas que se hacen para lograrlo.

Otros borrachan, otros bailan, otros...

El deporte, claro que es bueno eso.

El deporte es bueno.

Pero buscamos lugares, actividades riesgosos.

Cuestiones esotéricas, pseudo-terapias, pseudo-espiritualidades.

¿Cuánta gente pone en riesgo su estabilidad buscando la paz en el corazón? Como dice también el Señor, buscan fuentes agrietadas.

Se trata de buscar, pero buscar en el lugar indicado.

Encontrar la persona y el camino correcto para llegar a esa paz interior que deseamos todos para buscar las vías convenientes.

Vivir en esa paz está al alcance, está en nuestra espiritualidad.

Es católico, es increíble como a veces usurpan los procesos y los métodos y se le pone otro letrero.

No hay que pagar grandes terapias, grandes maestros.

Bueno, en la familia Osana llamamos al silencio, en la sombra que Betel, que hay tanto de Dios y a veces pasa vacío.

Hay tantas maneras.

El centenario, la oración constante.

El santísimo, pues qué, el rosario.

Estas maneras.

Primero, no vivas así en tu conjetura.