Que la menopausia no te quite el sueño con Jana Fernández 6i1b1w

Son las tres de la madrugada, abres los ojos y ya sabes, esta noche tampoco vas a dormir bien.

Das vueltas, te quitas la sabana, te la vuelves a poner y cuando por fin te duermes, el despertador. ¿Te suena? El insomnio y la menopausia no es sólo una fase pasajera, es un cóctel explosivo de cambios hormonales, estrés acumulado y hábitos que, sin saberlo, pueden estar saboteando tu descanso. Hoy en Hace calor y soy yo, nos acompaña Hanna Fernández, experta en sueño y descanso. Vamos a entender por qué nos desvelamos sin motivo, cómo el cortisol nos juega malas pasadas y qué hábitos pueden marcar la diferencia entre una noche de infierno y un descanso reparador.

Si alguna vez te has preguntado ¿Volveré a dormir como antes? Quédate, porque la respuesta es sí, pero hay que saber cómo. Dale al play al episodio del podcast de Womanhood, Hace calor y soy yo. Bueno, ayer por la noche hice un tema que había visto en redes y dije, lo voy a practicar. Y es, si tú tienes una reunión importante o tienes que preparar algo, vi que lo tenías que visualizar por la noche. ¿Cómo iba a suceder? Y estuvo muy bien, pero he dormido fatal. Entonces, justo hoy, además, tengo la suerte en Womanhood de tener una experta en el tema del sueño, que es Hanna Fernández. Hanna, lo primero, bienvenida.

Muchas gracias. Y que sepas que me pillas con sueño. Bueno, no pasa nada. Porque dije, ahí viene Hanna. La verdad es que tenías muchas ganas, porque este es un temazo, este es un tema que sufrimos. Digo temazo porque lo sufrimos muchísimas mujeres y es mucho más complejo de lo que la gente se piensa. Entonces, tenías muchas ganas de tratar este tema, además, contigo, porque tú eres muy divulgadora, llevas ya tiempo. Y lo primero que quiero preguntarte, es precisamente, ¿qué te ha llevado a ti a dedicarte al tema del sueño? Antes de eso, con respecto a lo que comentabas, no pasa nada porque un día no hayamos dormido bien.

Nuestro organismo está muy bien hecho y tiene mecanismos de protección para afrontar estrés puntual, como es este caso. El problema, y en lo que yo centro mi divulgación, es en la privación crónica de sueño, que además hemos normalizado y que, además, en muchos casos, llevamos como un galón. No duermo porque tengo cosas que hacer. Ese paréntesis, sobre todo para no asustar a la gente, porque el organismo está muy bien hecho y también hay que poner en valor que estamos muy bien diseñados.

Pero antes de que me contestes a por qué te dedicas tú a esto, esto que yo he contado, que es verdad. ¿Por qué es? Por un lado, lo que tú has hecho de la visualización es una herramienta súper válida, súper útil, ya está muy validada para como una preparación a lo que nos vamos a afrontar. El problema es el timing, en este caso. Hacerlo justamente antes de acostarnos, lo que te hizo a ti, no sé si estabas con una pantalla delante, para revisar notas. Pero si no estabas con pantalla, lo que hiciste fue activar tu cerebro.

Tú reprodujiste algo, una situación que además iba a ser estresante para ti en el buen sentido. El estrés no es malo, el estrés es necesario. Tú justo reprodujiste esa situación que activó tu sistema nervioso autónomo simpático en el momento en el que se tiene que activar la otra rama que es la parasimpática, la del descanso.

Eso que hiciste está muy bien, pero habría que haber dejado un tiempo un poco mayor entre la visualización e irte a la cama para permitir que tu sistema nervioso se desactivara. Ah, muy bien. La próxima lo haré mejor. Jana, ¿qué te ha llevado a dedicarte al tema del sueño, que además tengo aquí y que me encanta? Jana Fernández, aprende a descansar. El método de las siete Ds para cuidar tu bienestar físico, mental y emocional. Nos lo has firmado, millones de gracias, es buenísimo.

Y la primera pregunta, César, ¿qué es eso que te llevó a dedicarte al tema del sueño? Pues justamente lo explico en el libro, es cómo comienza el libro, explicando por qué una persona como yo, perdón, que tenía unas circunstancias entre comillas ideales, un buen trabajo, buenas condiciones laborales, casa, pareja estable, sin ningún problema grave de estos que nos quitan el sueño de verdad.

Porque empecé a tener unos problemas de salud que no eran propios de mi edad, en ese momento tenía 34-35 años. Empecé a tener problemas de memoria, mucha dificultad para concentrarme, cambios emocionales tremendos, pero pasar de la euforia a la tristeza en cuestión de minutos, problemas metabólicos, niveles altos de colesterol, prediabetes, resistencia a la insulina, un montón de cosas con 34 años.