¿Qué es el fascismo? ¿Qué ideas defiende? 575666

Bienvenidos a una nueva edición de Pedazos de Historia, donde hoy vamos a contar con la compañía del historiador, escritor, divulgador Fernando Paz, un gran especialista de un tema aparentemente candente, el fascismo, pero que gracias a Fernando vamos a tratar de entender los orígenes, las características de este movimiento fascista, en principio originado en Italia, que llega a España de la mano de José Antonio Primo de Rivera antes de la guerra civil, ya convertido en falangismo, y que en algunos casos se ha querido ver como una de las señas de identidad del régimen franquista, a pesar de que, como Fernando nos va a explicar hoy, el franquismo muy pronto descafeinó ese falangismo de José Antonio. Fernando, muchas gracias por estar con nosotros en Pedazos de Historia.

Pues es un placer estar aquí, por supuesto que sí. He de decir que tú has publicado unos cuantos libros, la buena parte de ellos sobre este periodo franquista, que no has traído hoy, de modo que no podemos hacer la publicidad que te mereces. No pasa nada. Pero si durante la charla puedes mencionarlos, va a ser siempre un gusto. Bueno, gracias. En fin, comencemos. ¿Desde cuándo podemos hablar del fascismo? El fascismo como tal es un movimiento cuyas características nos conducen a la inmediata posguerra de la Primera Guerra Mundial.

Realmente lo que se plantea, o lo que planteas con tu pregunta, nos llevaría a contestarlo toda la hora, porque hay un problema de fondo en la historiografía, que es la existencia o no del fascismo genérico. Eso que llamamos el fascismo genérico. Algunos, algo en lo que yo sí creo, pero hay, digamos, autores y escritores e historiadores que niegan la existencia del fascismo genérico y algunos de ellos son de gran importancia, como Renzo de Felice, por ejemplo, que es el gran historiador, quizá, del fascismo italiano, al menos desde una óptica que podemos llamar conservadora.

Así que, contestar cuándo empezó el fascismo es contestar qué es el fascismo en gran medida, y eso es muy complicado, pero podemos decir a grandes rasgos y sin que yo suponga que no hay antecedentes, sino todo lo contrario, que el fascismo es un movimiento esencialmente de posguerra, después de la Primera Guerra Mundial. Nace del fango, de las trincheras, de las alambradas, del alambre de espino, de las bombas, de la metralla de la Primera Guerra Mundial y lógicamente, pues, a partir de ahí es cuando podemos hablar de fascismo como fenómeno. ¿Y por qué en Italia? ¿Por qué las características tan particulares de ese mundo italiano? Por muchas razones.

La primera es por la célebre historia de la victoria mancata, la victoria mutilada de un país que entra en guerra de una manera un tanto forzada y por presión de determinados sectores políticos y sociales, y después de entrar en guerra, los aliados que les han prometido a los italianos los frutos de esa entrada en guerra y de esa victoria sobre Austria, pues se lo niegan. Claro, además de la negación de esos frutos de la victoria, por un lado, y por otro lado, de los fenómenos característicos de la Primera Guerra Mundial, sobre todo el de la movilización, movilización para la guerra y movilización para la producción, se da el caldo de cultivo para que se produzca algo parecido.

Se produce, sobre todo, no olvidemos, en la mitad norte de Italia. El sur italiano será mucho menos receptivo, pese a que los antecedentes, es curioso, del fascismo, los fascis siciliani, los fascis, las ligas sicilianas, que no solamente tienen de fascistas el nombre, sino un sincretismo, podemos llamar, nacional y revolucionario, nacionalista y revolucionario, son del sur de Italia, pero el fascismo, como lo conocemos, procede del centro norte de Italia, los lugares donde eran más fuertes los fascistas eran la Emilia, la Toscana, la Lombardía, y no era casualidad, es por tanto un producto, en ese sentido, más europeo, y es una conjunción de factores, indudablemente.

El sentimiento de agravio por haber participado en la Primera Guerra Mundial y no haber recogido los frutos de esa participación de la Primera Guerra Mundial, con todo lo que tiene de frustración, hace que una parte de las tropas más destacadas de los italianos, los arditi, los osados, como podemos traducir el término, pues se sintieran, ya digo, absolutamente frustrados por el esfuerzo que había supuesto la guerra, porque la vieja política, la política parlamentaria, la política liberal, tal y como lo veían ellos, había traicionado el cuerpo de la nación, que ellos representaban en el campo de batalla, y en consecuencia, bueno, pues...